Directorio de documentos

Está viendo todos los documentos.

Filter by: AttachmentsBúsquedaTag

Título Autor CReado Último Editado Grupo Etiquetas
AUDIOS DE RADIO CON ENTREVISTAS DE EMILIO SOLA

28 DE AGOSTO DE 2021: CRISTINA PEÑALVA EN RADIO BUKOVSKI https://radiobukowski.org/desde-el-otro-lado-del-mar/desde-el-otro-lado-del-mar-episodio-18-emilio-sola-castano-historiador-poeta-pintor-y-escritor-espanol/   PROFESOR ARKADIO EN LA LINTERNA DE DIÓGENES http://www.ivoox.com/ldd-redes-informacion-espionaje-en-audios-mp3_rf_11701526_1.html   RADIO CUCARACHA, AGOSTO 2021: BUSCAR EN https://archive.org/details/la-radio-en-la-biblioteca-9-de-una-conversacion-de-terraza-con-emilio-sola…-04-08-2021

Emilio Sola 14 septiembre, 2021 14 septiembre, 2021 Emilio Sola, entrevistas, RADIO
Avisos de Argel del genovés Luis Brevez Fresco del verano de 1581

UNA ESPLÉNDIDA RELACIÓN DE AVISOS La presentación de la biografía de Antonio de Sosa por María Antonia Garcés, pharmacy en su edición americana de la Topografía de Argel, es de una gran riqueza de fuentes documentales primarias, tanto de los grandes archivos españoles de Simancas, de Asuntos Exteriores o del Instituto Valencia de don Juan, como italianos, particularmente sicilianos, como el catedralicio de Agrigento. De esa riqueza documental, por cortesía de la autora, pudimos actualizar y versicular para el AdF un documento en italiano de gran clasicismo en ese momento, una relación de avisos de un mercader genovés, Luis Brevez Fresco, del verano de 1581, y en cuyo texto salta la noticia de la fuga de Antonio de Sosa de Argel. La relación de avisos procede del Instituto Valencia de Don Juan, Envío 62, Caja 2, fols. 25-26, según nota 198 del texto comentado de M.A. Garcés sobre Antonio de Sosa. Sobre la transcripción, hicimos una traducción del italiano, sin duda muy perfectible, y fue actualizado y versiculado el resultado, añadiéndole titulillos marginales para cada párrafo o materia de interés. ENSAYO DE TRADUCCIÓN: Conservamos Ochali, en honor de Sosa, y no Uchalí, como le decía Cervantes. – Simplificamos Giafer Bajá, Rey de Argel titular, podría decirse, en ese momento. – Conservamos el Ochali de Sosa como mejor manera de traducir Lochiali o Lochali o similares. – Mazul es el cesante, el que ha salido de un cargo y aún no ha obtenido otro; Mazul Aga tendría ese sentido de ex-aga o cesante. Los personajes que aparecen en la relación de avisos son indicativos de la amplitud de la narración resultante, comenzando por el autor, el mercder residente en Argel Luis Brevez Fresco: ? Los reyes de Cuco y La Abés, y sus hijos, señores de la Cabilia. ? Giafer Bajá, gobernador de Argel, o rey de Argel en la vox-pop del momento. ? Miguel de Moncada, noble valenciano. ? Caito Mamet, que era el patrón del doctor Sosa, un judío muladí de Argel. ? Mujer de un “Baluco Bassi” multada por adulterio. ? Isuf Ogia, arráez enviado de Bicerta por el Ochali. ? Alí Bajá o Uluch Alí, el Ochali, el Capitán o General del Mar otomano. ? Morato Aga, muladí de la casa de Ochali, enviado a Trípoli. ? Hasán Bajá o Hasán Veneciano, exrey de Argel, de la casa de Ochali. ? Antonio Senchio, enviado por Ochali a Francia. ? Joven francés relojero que se ha hecho turco. ? Dioniosio Spinola, gobernador de Tabarca. ? Marco Antonio Colonna, virrey de Sicilia. ? Cautivos franceses en Tabarca. ? Fray Alphio Capuchino, rescatador de cautivos. ? Oratio Donagio, patrón de nave para Génova. ? Cautivos “Canagheri”, a la espera de rescate. ? Los genízaros de Argel y los de Estambul con conflictos en Argel. ? Caito « Alí Pichenino », con problemas de deudas. ? Mami Gancho, arráez de galeota. ? Embajadores del rey de Fez, de paso a Estambul. ? El cónsul de Francia. ? Morato Arráez. ? El Aga de les genízaros y otro, Cartagiali, que vino con él de Estambul. ? Ramadan Bajá, exrey de Túnez y de Argel, de la casa de Ochali. ? El nuevo Aga elegido por los genízaros. ? El « Odabassi » (Bash Odas) y « Mesno Bassi » y Aza Bajá, enviados de los genízaros a Ochali. ? Bernicheloru Mazul Aga, uno de los genízaros principales, « una cabeza bizarra y bravo hombre ». ? Ochali (o Escandeliza), antiguo arráez de Argel. ? « Catramosa » (Caito Musa ?), genízaro principal en las reclamaciones. ? Morato “Gantio” (Mami Gancho?) y Sanico, dos arráeces de Ochali. ? Hasán Corso, chiaya de Ochali. ? Un turco enfermo que hiere a su patrón. ? Roldán, mercader valenciano. ? Bartolomé Pessette, mercader corso. ? Una mujer que dicho Roldán había comprado con una hija suya. ? « Giaches Ferra », francés, con una nave de Marsella, con aviso de peste en Lion. ? Cigala, sin cargos en Estambul, rumores. ? Alí Pachá, nombrado « Nes Pachá ». ? Arráeces « Sup. Ogia », Hasán Bajá de Cantali y « Giacer Montale », que se dirigieron al Estrecho. ? Patrón de nave « Ant. Talss », que va al Colo y después a Marsella. ? Marcello Doria, de corso por el mar. ? El « Mufti » (Mofeti) de Estambul, que es como el papa. ? Dos cristianos que matan a su patrón en los Monasterios. ? El capitán Perarchi, apresado por Ochali por problemas de cuentas. ? Bajá, exrey de Trípoli y Túnez, eunuco del serrallo del Gran Turco. ? El hijo de « Cara » Mostafa, Maltrapigli (Maltrapillo), Giafer Genovés y « Cuchuich » Morato, corsarios. ? Chaia Chilibi que piensan que se quedará en Argel como rey. ? Juan Andrea Doria prepara sus galeras para transportar a la Emperatriz de España. ? Bartolomé Somma, patrón de nave que viene de Barcelona. ? Stefano Boero, fraile rescatador de cautivos que estaba de partida para Mallorca. ? Amisa Rais (o Arráez) y Hasán del Morabuto, arráeces corsarios. ? Antonio Borlas, que tiene cuentas con Hasán Veneciano. ? Tiberio Imperato, rescatador de cautivos del reino de Nápoles. ? Andrea Becarello, rescatador de dos cautivos, Cipriano Andora y Estefanino. ? Las mujeres de Bendelli Alí, que piden justicia por su muerte. ? Sabam Veneciano, antiguo cómitre de Hasán Veneciano, encarcelado en Bona. ? Corsarios ingleses que se abastecen en Argel. ? Morato Arraez el Grande. ? Patrón de nave “Stave” Bertone, apresado por Morato con rica presa. ? Sebastián Doi catalán, patrón de nave apresada. ? Se citan el Gran Turco, el rey de Francia, el de España, el de Fez, un embajador a Fez de Felipe II y a Juan de Margliani, aún en Estambul.   Relación de las cosas sucedidas en Argel desde el 10 de julio hasta este día 27 de agosto (de 1581). Paz entre los reyes cabiles, el de Cuco y el de Labés El mismo día se supo que el rey de Cuco y el rey del Abés han hecho la paz, y los hijos del uno y del otro se han encontrado para celebrarlo. Y, así, tanto en un reino como en el otro se han hecho grandísimas fiestas y banquetes, a su usanza, con muy finas mieles y similares manjares; por lo que se sospecha que no van a mantener la paz con este Rey. Por lo que Giafer Bajá, al presente rey de Argel, se prepara para ir en campaña. Y cuando el hijo del rey de Cuco fue a visitar al rey de Abés, llevó consigo 1500 arcabuceros; y cuando el de Abés fue a visitar al de Cuco, llevó 1500 arcabuceros, y a todos se les dio un banquete. Presa de una fragata corsaria El 11 (de julio) llegó una fragata que había ido en corso, y cerca de “Abcantera”, en un lugar de don Miguel de Moncada, embarcó a 46 “Zagariti”, a diez ducados por cabeza, y entre ellos cuatro mujeres y seis niños. Y el Arraez les ha tomado ropa (o bienes) por valor de otros 500 ducados. Huída del doctor Sosa y gestiones de su amo, Caito Mamet, judío muladí El 13 (de julio) el Caito Mamet, que era el patrón del doctor Sosa, organizó un grandísimo escándalo por la huida del dicho doctor Sosa; no sólo envió llave (o consignas o contraseña) por tierra sino también hizo toda diligencia posible por mar, mas no ha recibido noticia alguna, por lo que se juzga que haya llegado a España a salvo. E hizo pregonar bando de que a quien se lo trajera le había de dar el doble por ciento. Multa o composición – tal la ley del encaje cervantina – a una adúltera El mismo día el “Mezuaro” sorprendió en adulterio a una mujer de un “Baluco Bassi” y la multó (composición o acuerdo o ajuste económico) con 500 doblas; y después corrió la voz de que se había huido de la cárcel, y se desató una gran borrasca (jaleo o discusión) con Giafer Bajá al enterarse de tal composición (económica). Yufu Ogia trae noticias de Ochali en Bona (Annaba, Hipona) El 16 (de junio), a las 23 horas, llegó aquí Isuf Ogia con su (galeota?) enviado de Bicerta por el Ochali. Y trae la noticia de que dicho Ochali había llegado a Bona con 55 galeras; y salió de Estambul con 80, pero algunas las dejó antes de llegar a Navarino porque no eran aptas para navegar, y dos las hizo volver a Estambul con el presente del rey de Fez, habiendo hecho volverse atrás al capitán de Argel… y la galeota del rey de Fez, que llevaban el presente; y lo envió con dichas dos galeras; de modo que se quedó con 60 galeras, de las cuales 33 son de (“Janare”, jenízaros?), y se dirá su nombre luego. Hasán Veneciano tiene dominio sobre Ochali Tras llegar Ochali a Bicerta, envió a Morato Aga, su renegado, a Trípoli con cinco galeras para hacer que el ejército de ese lugar viniese a Argel por tierra junto con el de “Tamisi” (Túnez?). Dicho Ochali viene para ir a Fez, y es todavía General del Mar; pero Hasán Bajá lo manda y lo hace todo sin que ninguno lo contradiga, ni el mismo Ochali se atreve a contradecirle. Y ha sucedido que, habiento ordenado Ochali alguna cosa, y no gustándole a Hasán Bajá, no se ha hecho; y queriendo dicho Hasán Bajá alguna cosa y no queriéndola Ochali, no se ha hecho sino la voluntad de Hasán Bajá; y parece que lo teme y que tiene miedo de él. En suma, tiene dominio sobre él. El mercader Antonio Senchio y Ochali en Bona Desde Bona, dicho Ochali mandó muchos hombres por el país para ordenar que fuesen enviadas todo tipo de vituallas a Argel (o Argelia?) y se ha dicho que dicho Ochali quiere enviar dos galeras a Francia y que quiere que vaya con ellas Antonio Senchio; el cual Senchio en Bona hizo un bellísimo presente al Ochali, y entre otras cosas un reloj hecho como una galeras que voga con catorce remos y personajes, y cuando están todos se pone en movimiento y la galera voga; y ha costado en Francia 3000 ducados; y con ello, le ha dado a un jovenzuelo francés que gobierna (o maneja) dicho reloj, y se ha sabido que se ha hecho turco. De Tabarca le enviaron un presente, pero fue poco apreciado por ser pequeña cosa; y mientras remolcaban a la fragata que lo trajo, embarrancó dicha fragata y mostró tenerlo como augurio, pues se turbó mucho; pero hizo levar los remos y recuperar a los hombres, y con otra galera, después, lo envió a “Habarea” (Tabarca?). Todas las galeras de fanal han remolcado a las otras, y con estas 60 galeras ha venido toda la potencia del Turco, y con gran esfuerzo se ha conseguido armar (“portato armare”?) Conflicto con franceses de Hasán Veneciano en Tabarca Hasán Bajá fue a “Habarea” (Tabarca?) porque había sabido que en ese lugar estaban 8000 ducados de la talla (o tasa o rescate) de los (fr., franceses o frailes) para procurar apropiárselos, como hizo, a pesar de que se opusiese el señor Dioniosio Spinola, gobernador de ese lugar, que tenía orden del señor Marco Antonio Colonna de no pagar cosa alguna si antes dichos (franceses o frailes) no eran puestos en libertad. Pero este Hasán Bajá pensó de inmediato la manera de engañar o estafar a uno y a los otros, como hizo; y, así, puso en libertad a dichos (franceseso o frailes), que se embarcaron en una nave que se encontraba en este lugar, y entonces dicho señor Dionisio no pudo evitar hacer el pago. Una vez recibido los dineros, por la noche, estando dichos (franceses o frailes) embarcados, dicho Hasán Bajá se arrimó con su galera y volvió a tomar a estos (franceses o frailes), amenazando incluso con tomar la nave; y, así, se la ha traído consigo aquí, a Argel. Es verdad que ha prometido dejar ir a fray Alphio Capuchino a procurar lo que resta de dicha talla (o rescate); el cual pensaba pasar a España, pero después le ha parecido mejor ir a Génova para después pasar a Milán, Venecia y toda la Lombardía; y se embarcará con Oratio Donagio que partirá para dicho lugar de Génova en tres días. El tal Hasán Bajá ha traído también aquí a todos los “Canagheri”, y hasta el momento no ha venido el rescata de ninguno de ellos. Llegada de Ochali a Argel el 17 de junio a mediodía El 17 (de junio) a mediodía llegó aquí Ochali con 55 galeras y se le hizo una bellísima entrada (o recepción), a pesar de que los genízaros murmuraban que no le quería recibir; no obstante se tranquilizaron y no les quiso aumentar la paga como es lo acostumbrado por los otros reyes, por lo que quedaron muy mal satisfechos (o contentos). Verdad es que cuando lo acompañaron les hizo dar un saquito de sultaninos, que eran 3000, y surgió una disputa entre los genízaros de Argel y los de Estambul porque ninguno de ellos quería acompañar solo a dicho Ochali; sin embargo, se arreglaron y fue acompañado por los de aquí, y entre ellos estaban el “Odabassi” y el “Balucobassi” de Estambul. (Parece que hay un salto, comienza PICT 04…) (Pero la gente) se salvó. Caito « Alí Pichenino » ha recuperado cien doblas, que le tomó Giasco (Giafer ?) Bajá, por orden de Ochali. Embajada a Marruecos con arraez Mami Gancho A las dos de la noche han salido para « Tutavano » (Tetuán) dos galeotas, una del « Rey de Fez », la que iba con el presente y Ochali la hizo volver atrás, y otra de Mami Gancho; y llevan a los embajadores que iban al Turco; esto es, uno de los dos. Y manda Ochali pedir 5000 escudos para los gastos de la armada, el diezmo de los 800 cristianos de la Rota (o derrota) del rey de Portugal, y (« motigali ») 2000 (escudos) al año de tributo, amenazándole con quitarle el estado (el poder) si no le da todo, y si se lo da que lo dejará en el estado (en el poder) sin molestarle. Ochali, Morato Arraez y los franceses El cónsul de Francia procuraba recuperar todos los franceses que son esclavos. Y, así, se ha quejado a Ochali sobre cómo la presa de los (arraeces o rais?) son naves francesas. Y, así, este Ochali ha mandado llamar a Morato Rais y a los otros cuatro, y les ha dicho que quiere que dicha presa se meta en el depósito hasta tanto se aclare si es de franceses; y que a los leventes les daría el diez por ciento. Sabido esto, los Arraeces han liberado algunos franceses y han hecho un presente a Ochali de no sé cuántos miles de escudos, y todo queda arreglado. Y para mostrar Ochali que quiere seguir lo que han dicho (o acordado), ha quedado en avisar al cónsul de que se toman todos los franceses, aunque no ha conseguido más que de cuatro a cinco. Junta, Divan o Duana de jenízaros y conflicto por pagas El 28 (de junio) los genízaros han reunido Junta (Divano, Duana) ante el Ochali para hacerle escribir (o registrar) las pagas que son de los chacales que están forzados en galera, y no solo no se los ha querido registrar sino que también ha amenazado a los genízaros, si querían hacerse colgar del cuello (o ahorcar). Conflicto sangriento entre genízaros y con Ochali El 29 (de junio) los genízaros ya se habían puesto descontentos por lo sucedido; y, así, tomaron ocasión de quejarse porque el Ochali había dado pólvora y balas a los genízaros de Estambul; y, así, se amotinaron y dijeron que no querían ir al ejército (o en campaña) con Hasán Bajá si no iban tantos de Estambul como de ellos, dando a entender a las claras que si solamente ellos iban en campaña, Ochali se quería adueñar de la tierra y poner en la guardia de ésta a dichos genízaros de Estambul, para después expulsarlos a ellos y asesinarlos a todos. Y, así, cuando se salieron del Duano (Junta, Duana), fueron a Ochali y le dijeron que querían saber quién era el rey de esta tierra, y que querían ver el comandamento (la orden) del Turco. Y no se la ha querido mostrar, por lo que han entrado en grandísima sospecha, teniendo dudas sobre si entre ellos no tendría partidarios; porque ya tenían por sospechoso al Aga y a otro Cartagiali que vino con él de Estambul, y otros tres que en el tiempo de la tormenta (jaleo o discusión) de Hasán Bajá fueron apartados de allí; y eran « Baluco Bassi », y habían ido a Estambul con ese Hasán Bajá, y les había hecho dar (en blanco) a cada uno, que son de ingresos al menos 500 escudos al año ; y eran aquellos que llevaban el dinero y los presentes por parte de Ochali a los genízaros para atraerlos a la parte de dicho Ochali. Y vueltos al los mataron. Mataron al Aga y al Cartagiali, y hubieran matado incluso a los otros si los hubieran encontrado; el cual se llamaba « Giaser » (Giafer?) Aga. Los grupos de genízaros que cobran la garrama Visto esto, el Ochali tuvo a bien ir a embarcarse porque pusieron guardias en las puertas y… dichos genízaros no quisieron que se embarcase. Había un « campamento » (cuerpo o grupo militar) fuera para entrar y el Ochali no quería que entrase, pero lo hicieron entrar, y mandaron llamar de inmediato al otro; estos son grupos militares que los bajaes mandan a las « garramas », esto es a recoger los diezmos. Los cuales genízaros dejaban entender que querían que « Giafer » Bajá volviese al primer lugar, puesto que el Ochali no les ha mostrado los comandamentos (órdenes del Turco), diciendo que no querían aquí tantos reyes ni tantos bajaes, que causan mucha confusión los « Ogobassi », que son los que están para ser Aga, y los « Bassodas », que son aquellos sin los que el Duano no puede concluir (o decidir) cosa alguna. Sigue el conflicto entre Ochali y los genízaros Tras matar al Aga, fueron al Ochali y le dijeron que habían sabido que él los quedría hacer pedazos (o matar), y que querían saber la causa, puesto que así les había sido referido por aquellos que también le decían a él lo que no era, y que esta era la causa por la que habían matado a los dos; y que así había que hacer con quienes iban (informaban o intrigaban?) de una parte y de otra; y, así, bajaron la cabeza en señal de reverencia, diciéndole que si merecían castigo por esto que se lo diese. A lo que respondió que no era verdad, que él jamás tuviera tal ánimo (o intención), y que él no ha venido aquí para quitarles nada de lo que se les solía dar; y esto porque ya le había hecho quitar la comida del día, y muchas otras cosas como carne, miel, manteca y arroz, que se suele dar al Aga y a muchos otros; y que si tomaban Fez, que si a los otros les aumentaba una dobla en la paga, que no les quería acrecentar dos; y que si los genízaros de Estambul lo habían referido (o vuelto a hacer?) mal, que al saberlo les habría castigado muy bien, y si eran como ellos que los castigara, porque así era justo, porque su intención era sólo el deseo de castigar a los bellacos. Los genízaros más enfadados con Hasán Veneciano que con Ochali Dichos genízaros están más airados (o enfadados) con Hasán Bajá que contra el Ochali, porque dicen que él ha causado todo este mal. Y que ha hecho venir aquí al Ochali sólo para vengarse de ellos. Y están enfadados incluso con Ramadan Bajá, al cual solían venerar mucho y tenerlo por padre. Y esto dice que es porque él, junto con Hasán Bajá, ha traído aquí a la armada. Los « Solachi » que suelen estar en la guardia del bajá, se fueron al « Dacino » y lo dejaron, cuando mataron a Cortogiali, habiéndose ajustado (« legato ») que si lo ponían en su lugar que les contaría bastantes cosas; y de la misma manera los « Odobassi » mostraron quererlo salvar; pero los « oldas » lo mataron porque así lo habían acordado entre ellos. Estando en este motín, los genízaros no hacían saber nada al bajá, como era habitual informar de todo al rey, ni el rey a ellos ; y, así, eligieron un nuevo Aga, estando en estos tumultos, y nada más elegirlo fueron los genízaros a casa del Ochali, como es costumbre ir al bajá para que sea confirmado por él. Y fue allí con muchos « Balucobassi », y se volvió sin hablar con el Ochali; pero hablaron con Hasán Bajá, general por parte del Ochali, que aceptó el nuevo Aga. Visto esto, los genízaros ordenaron que todos los cristianos debían embarcarse, porque temían que en caso de refriega fueran ellos el mayor enemigo que tenían, y particularmente los venidos de Estambul; también dispusieron que Alí Bajá y todos los venidos de Estambul deberían volver a Estambul; y esta resolución se tomó con el nuevo Aga. Y, en suma, se permitieron decir que no querían aquí más de un bajá, y que querían que fuera « Giafer » Bajá puesto que el Ochali no ha mostrado las órdenes (o comandamento) del Turco. Dichos genízaros hablaron con el Ochali de este modo: que se contentaban con ir a Fez con ellos, puesto que habían venido para aquella empresa, pero que no querían que se impidiera hacer castigar a los bellacos. Y esto lo han dicho porque él no quería que mataran al Aga y a los otros dos. Y también le han dicho que si él quiere quedarse aquí, ellos estarán muy contentos. En este tumulto los genízaros amenazaban con matar a Ramadán Bajá porque había consentido que viniera la armada acá; y que debía haber venido él solamente porque de inmediato hubieran tomado Fez, como ya antes habían hecho dos veces. Volvieron después a decir al Ochali que si venía por rey de aquí, o para andar a Fez, que mostrase la carta del Gran Señor; y que de inmediato se irían con él. Y no se la quiso mostrar. Mientras tanto se hizo de noche, y el Ochali hizo dormir en su casa y en el contorno vecino a 800 genízaros de Estambul, armados, porque se temía que por la noche podía surgir alguna revuelta. Noticias de Tetuán y alarmas corsarias El 30 (de junio) llegó aquí de Tetuán (Tutuano) la galeota del « Caxes » y se supo que en Fez ya tenían noticia de la armada y que se preparaban para combatir. Y ha pasado (o viajado) en seis días. Se ha dicho que las galeras de Malta han apresado a Morato Aga, que fue enviado por el Ochali a Trípoli con cinco galeras, pero no se tiene por cierto. Sigue el conflicto de Ochali y los genízaros Todos los genízaros fueron a donde Ochali porque quieren ver las órdenes escritas (o comandamento) del Gran Señor, si son para ir a Fez o para quedarse aquí. Y no se las quiere mostrar. Y también enviaron a decir a « Giafer » Bajá que volviese a su puesto, el cual ha respondido que no quiere. Y el Ochali, entonces, ordenó que de nuevo fuesen echadas al mar las galeras que había hecho sacar a tierra. Poco después de sucedido esto, el Ochali aceptó al nuevo Aga. Y cuando lo fue a visitar, le dio un caftán de brocado. Y, así, le dijeron los genízaros que querían saber lo que había venido a hacer aquí, a lo que les respondió que para ir a tomar Fez. Le dijeron que para hacer esto no era conveniente sacar las galeras a tierra, y así hizo embarcar los « vasi » (o bucos ?) y los « palati » (palamento o remos ?). Le dijeron también que para tomar Fez no les era necesario él, y que podían tomarla otra vez como lo habían hecho otras dos veces. Y que se lleve de aquí a tanta gente y galeras, porque podría quemarlas algún moro, estando las galeras en tierra, o incluso suceder alguna fuga de cristianos y hacerlo ellos. Y que ya se avecinaba el invierno y al estar aquí tanta gente se morirían de hambre. Y que lo habían de hacer puesto que no eran necesarios. Cuando supo de todo esto, el Ochali dijo querer volver a Estambul porque veía que ellos estaban buscando revueltas. Sabido esto, los genízaros le dijeron que se habrían contentado con que se quedase aquí, con diez galeras, no ya como bajá, salvo con comandamento (o orden) del Gran Señor; y sin concluir nada los genízaros se fueron y todo quedó así, en suspenso, y medio tranquilizados, aún fiándose poco unos y otros ; verdad es que los « Bassodas » volvieron a la guardia del Ochali, « como » bajá, como es lo acostumbrado. La principal causa que hizo morir al genízaro Aga fue que en el Duano (Junta o Duana) dijo a los genízaros que no estaban en el buen camino; a lo que respondieron : ‘Entonces, ¿somos rebeldes ?’ También les dijo: ‘Si vosotros sois rebeldes, entonces yo quiero ser rebelde, pero no estáis en el buen camino’. Y entre ellos dijeron: ‘Este es del bando del Ochali’. Y se fueron los Mazul Aga; y una vez idos, lo mataron y lo hicieron cuartos (o descuartizaron). El Ochali hizo decir a dichos genízaros que se fuesen a Fez con Hasán Bajá y Ramadán Bajá, pensando así tranquilizarlos, pero consiguió lo contrario; y que el tenía a bien el irse. Y por tal causa tomaron odio también contra dichos Hasán y Ramadán Bajá, pues se temían que en esto podía haber algún tipo de traición. De nuevo envió a llamar el Ochali a los genízaros y les dijo que ellos, con su Aga, se dirigieran a Fez; y que él iría a Porto Novo y, mejor dicho, pondría su acampada con la gente de las galeras, y después, todos juntos, se dirigirían a Fez. No quisieron decidirse, sino que le dijeron que iban a ir a decidirlo al Duano porque faltaban muchos, y que ellos sin los otros no podían tomar la decisión. Vueltos al Duano decidieron que no querían ir, diciendo que una vez que ellos se hubieran ido, él volvería aquí con las galeras y se apoderaría de la tierra. No supo el Ochali que respuesta darles; hasta que, de repente, se fue a embarcar, temiéndose lo peor, e hizo embarcar toda su ropa (o bienes) y gente, con determinación de irse de inmediato a Estambul. A mediodía todos habían embarcado, así como la mayor parte de la ropa, y metido dentro el palamento (o los remos). Y una vez embarcado, fueron a él de parte de los genízaros el « Odabassi » (Bash Odas) y « Mesno Bassi » y Aza Bajá para saber quién les dejaba por Rey; con orden de que, si les decía que les dejaba a « Giafer » Bajá, que lo aceptasen; pero si les decía que quería dejar a otro, que no lo aceptasen si no les mostraba el comandamento (u orden escrita) del Gran Señor. Y que aún si tenía tal comandamento, que no lo aceptasen si no se obligaba a darles sus pagas y partes, y mantenerles todos sus privilegios. Entre estos « bisbigli » (o toma y daca) no faltaron personas que procuraban acomodar las cosas; y, así, a las 22 horas se hizo la paz. Y el Ochali desembarcó con toda la gente, tras prometer no derogar ni un punto de los privilegios de estos genízaros, sino aumentarlos. Bernicheloru Mazul Aga, uno de los principales y una cabeza bizarra y bravo hombre, que en otra ocasión dio un bofetón al Ochali (o Escandeliza), estuvo dos días en el Dua(no), porque éste era uno de los que el Ochali quería hacer morir, y no quiso ir a la galera cuando se hizo la paz, a pesar de que fuese como principal Mazul Aga. A pesar de que a él le tocaba ir como uno de los principales Aga. Y dijo… ‘Yo he hecho cuatro cosas por cada una de las cuales merecería cuatro muertes, pero todas las he hecho para el mantenimiento y no por privilegios’. Al cual le respondieron que no pusiese en duda que todos estaban dispuestos a morir antes que dejarse quitar un cabello. Y con él fue « Catramosa » (Caito Musa ?), hombre principal cercano a él. Habían decidido con firmeza dichos genízaros que si el Ochali se iba, que antes dejase restituído a « Giafer » Bajá todo aquello que le había tomado a todos los otros; y de esta revuelta había sido inculpado dicho Giafer Bajá, y no merece tal culpa. El Ochali, después de hecha la paz, les (reprochó) mucho que hubiesen matado a los dos. Le respondieron que se lo merecían. Y, además, cómo eran de aquellos de la tierra que le decían a él mal de ellos, como eran también los dos que les confirmaban cómo él los quería matar a todos. A los que les respondió que no se fiaba de ellos, e incluso les dijo que si querían los haría reenviar a Constantinopla. También les dijo el Ochali que no tenían que pensar en absoluto que él hubiera venido aquí sin comandamento, a pesar de que no lo hubiese mostrado, y que sabían bien que él mandaba en toda Turquía; con lo que se había resuelto a venir a dejar (su hacienda ?), y que había traído consigo todos sus bienes para dejárselos a ellos, puesto que aquí comenzó su grandeza; y muchas otras dulcísimas palabras. Con todo esto, dichos genízaros no desconfiaron y tenían sus dudas sobre si no serían engañados con tales palabras. Argel en los primeros días de agosto El 2 de agosto, el Ochali ordenó leer el comandamento del Gran Señor a los genízaros. A la hora de comer el dicho Ochali fue a la “amà” (Yema o Junta o Duana?) con todos los bajaes y fueron allí para plantar su pabellón y para decidir enviar el campo (o ejército) fuera; y fue allá acompañado por los genízaros de Estambul… y Cartagiali de aquí (?). El Bajá ha echado bando de que ningún turco ose tener problemas con otro porque no está bien que creen querellas si no es con los cristianos, y que ninguno hable mal del otro; y se les procurará rehacer lo que sea de paga al aumentarla dos veces, y si no va con paga, le dará cinco veces; y no denunciándolo y sabiéndose, se castigará a los dos. El 9 (de agosto) llegron aquí dos galeotas que Alí Bajá dejó en los Monasterios, una de Morato “Gantio” (Mami Gancho?) y la otra de Sanico. Se ha sabido que estaban galeras de cristianos en la Goleta, unos decía diez, otros doce, cosa muy disconforme, pero cosa cierta es que había alguna. Un turco enfermo hizo llamar a su patrón y con un cuchillo le dió en el pecho, y depués le dio a él tres heridas y murió; y el patrón, de aquella herida, estuvo a la muerte. Y esto pasó sobre la galera de Hasán Corso, chiaya de Ali Bajá. Y dicho turco hizo esto por desdén (ofendido) pues había estado su patrón tres días sin ir a visitarlo. El 4 (de agosto) salió la nave inglesa (?), la gruesa, porque la otra, por la gente perdida, no se pudo armar para ir en corso (+/-?). Hasán Bajá hizo encadenar a Roldán, mercader valenciano, y a Bartolomé Pessette, mercader corso, porque le tomó una mujer que dicho Roldán había comprado con una hija suya; y temiendose que fuese a quejarse al Ochali, le hizo encadenar. Verdad es que le ha hecho restituir el dinero del patrón de quien la compró. A mediodía ha llegado la naveta de « Giaches Ferra », francés, venida de Marsella, hecho el viaje en cuatro días desde Marsella (+/-), y se ha sabido que en Lion hay peste. Se ha sabido que el Cigala, en Estambul, no tenía ya ningún cargo, por haber sido encarcelado pues quería huir a la cristiandad; pero ha vuelto con los suyos; le han dicho también… de Alí Pachá, lo han nombrado « Nes Pachá ». Salida de naves de Argel El 6 (de agosto) se fueron veinte galeras, diez para Estambul y las otras para ir a Bona a por trigo, aunque otras se cree que han ido de escolta de « Monte Aga », que fue para Trípoli. Sobre la galera de Ochali duermen 50 genízaros de la tierra cada noche porque no quieren que se pueda embarcar sin su conocimiento. Hasán Pachá (o Bajá) me ha hecho encadenar diciendo que había rescatado a tres de sus cristianos que habían huido cuando se fue de aquí; y si bien fueron rescatados por « Amda Sueasetto », ha sido necesario para liberarme pagar 200 escudos de oro en oro. El 9 (de agosto) partieron tres galeras para ir en corso, a saber, « Sup. Ogia », Hasán Bajá de Cantali y « Giacer Montale », y se dirigieron al Estrecho. El 10 (de agosto) salió « a la sala » (o la oración ?) la barca de « Ant. Talss » para el Colo y después pasar a Marsella. Se ha sabido que el Ochali ha venido aquí bajo el pretesto de que muchos navíos cristianos andaban en corso, y entre ellos Marcello Doria ; y ha salido fuera para procurar extirpar a los corsarios cristianos. El « Mufti » (Mofeti) de Estambul, que es como el papa, ha hecho una súplica al Gran Turco diciéndole que no puede ser buen turco quien levanta la espada contra otro turco, y por esto Ochali procura hacer tributaria a Fez sin guerra, porque esa es la voluntad del Turco. « Iles » (Ilias o Elías, o Alí?) Bajá ha (¿ofrecido?) un millón de oro al Turco, « gran » capitán del Mar, y todos los del Serrallo le favorecen por ser también él del Serrallo. Se tiene por cosa cierta que si Hasán Bajá no se hubiese ido con el Ochali, habría tenido toda cortesía; y todo el mal que hace Hasán Bajá viene de que Ochali dice no haber venido aquí para ganar dinero, sino sólo para gastarlo y ganarse un buen nombre con todos. El Ochali, en los Monasterios, hizo justicia de dos cristianos porque habían matado a su patrón; porque, habiendose concertado en llevarle la galera, volviéndose dichos dos cristianos al jardín con dicho su patrón, y habiendo los otros cristianos tomado la galera, viendo perdida la libertad, resolvieron matarlo. Y después, como desesperados, se embarcaron en una barquita sin remos ni vela; y, así, fueron por ello condenados. El 12 (de agosto) el Ochali envió a llamar a todos los mercaderes y les ha dicho que los ha mandado llamar para hacerles saber cómo el capitán Perarchi era el mayor bellaco y el mayor traidor que se puediera imaginar; y a esto estaba presente el dicho Perarchi; y lo replicó por tres veces, y le dio 700 bastonazos, y después lo mandó a galera, amenazándolo con hacerle morir; y esto porque, aunque ponga como excusa que un hermano del dicho envió los dichos 500 escudos con una nave inglesa, la cual le los llevó, y quejándose el Petrachi del hermano, el Ochali le mandó decir que no quería su dinero y que no era justo que el dinero de uno tan mentiroso tocase lo suyo; y que de todas formas lo quería hacer morir con una muerte jamás oída; y si el hermano cumplía, lo habría dejado también a él bajo su palabra. Llegada de naves y banquete de Ochali con los arráeces El 13 (de agosto) llegaron aquí cinco bajeles, a saber, una bastarda deBajá, que era rey de Trípoli y fue nombrado rey de Túnez, y es eunuco del serrallo del Gran Turco. Los otros bajeles son el hijo de « Cara » Mostafa, Maltrapigli (Maltrapillo), Giafer Genovés y « Cuchuich » Morato; y el dicho « Cuchucs » Morato y Giafer Genovés vienen de corso desde el golfo de Venecia, y han tenido bonanza, y han tenido caza de las galeras de Venecia, de las galeras de Sicilia, Malta y del Gran Duque, a pesar de perder once fragatas entre aquí y Túnez. Los genízaros han convidado al Ochali « ali Ama » y fueron hasta allí todos los beis y sangiacos; y después de haber comido lo genízaros le han pedido que les aumente la paga, como es acostumbrado hacer por todos los otros reyes. El cual les dijo cuánto querían que se la aumentase. Le dijeron: ‘media dobla’. Y él les dijo que le registrasen (o escirbiesen) una; y les añadió: ‘Vosotros bien sabéis que yo soy vuestro y que vosostros sois mis hijos’. Y, así, cada uno quedó contento, e hicieron muchas manifestaciones de alegría. Y llegado que fue a casa, dio un saquito de aspros a los genízaros de aquí y otro a los de Estambul. Y todo el mundo quedó contento y tranquilo. Se piensa que Chaia Chilibi se quedará aquí como rey. Avisos por nave de Barcelona El 18 (de agosto) llegó aquí una barca de Barcelona; viajó en ocho días, de los que cinco estuvo a la cadena. Y se ha sabido que Juan Andrea Doria había hecho despalmar sus galeras para transportar a la emperatriz de España, que iba al gobierno de Portugal; y la chusma de su capitana iba toda vestida de damasco cremesí. Y que en Barcelona habían puesto en agua doce galeras nuevas; y se rumoreaba de guerra entre España y Francia; pero esto es lo que confirmadamente suelen referir los franceses, así como que el fruto del rey de Francia es Flandes, lo cual no se cree. El 16 (de agosto), habiendo sabido el Ochali que la noche anterior había llegado aqui una barca de Barcelona, que era de Bartolomé Somma, y que no había traído sino cuarenta botas de vino, la hizo expulsar con mandarle hacerse de inmediato a la vela ; pero por intercesión de amigos, la hizo volver al puerto a la noche siguiente. A media hora de la noche llegó aquí el jefe y hombre principal de esta tierra, que se había marchado por las « avanías » que le fueron hechas por Giafer Bajá, y bien le costaron 18 escudos; y de inmediato fue a visitar a Hasán Bajá, que a su partida lo había dejado aquí como su (« me hil » ?), y le hizo muchas cortesías. Hasán Veneciano y Hasán Corso, chaia de Ochali. Entre Hasán Bajá y Hasán Corso, chiaia del Ochali, se ha seguido (disputa ?), y esto porque habiendo enviado los judíos sesenta (escudos ?) de « levito » (deuda ?), dicho Hasán Bajá tomó veinte y dicho Hasán Corso no lo quiso aceptar, diciendo que le bastaban cuarenta (escudos ?) y no el tercio para hacer que él no reclamara al Bajá, y sugirió que le quería quitar de chaia aunque hubiera sabido ganar cien escudos, porque él tomaba todo el beneficio y todo el deshonor era para él. El 19 (de agosto) entró un hijo del rey de Cuco y fueron a su encuentro todos los genízaros, y el Ochali le ha dado un bellísimo caftán de brocado. Se sabe que el Ochali está muy melancólico por haber venido aquí y haber encontrado el país muy estropeado y muy diferente a cuando estuvo aquí la otra vez, y porque se teme que el Turco nombre a otro Capitán del Mar, lo que significaría que debía volver a Estambul sin ir a Fez. El Ochali ha mandado llamar a (padre ?) Stefano Boero, que estaba de partida para Mallorca, y le ha dicho que diga al virrey de aquella isla que se ha enterado de que de aquella isla envían socorro, y no lo deberían hacer porque es contra la tregua hecha entre el Gran Señor y el rey Felipe; y que si fueran así, que él tiene también bajeles para enviarle, queriéndose servir… tanto de aquellos que ha dejado ir como de aquellos que aún irán, porque se preparan otros seis. Hasán Bajá le ha dicho incluso que los tres mallorquines que tiene y fueron tasados en 3000 escudos, puesto que no lo han cumplido (o satisfecho) a su tiempo, que no los quiere dar ya por esa tasa; y lo ha hecho para que tengan más cuidado de enviárselo de inmediato, aunque no se cree que pueda faltar a su palabra. Incidentes a causa del vino El Ochali también le ha dicho que dijese en la cristiandad a los mercaderes que no traigan vino, puesto que no les dejará entrar ninguna (nave ?), como no dejó entrar la de Barcelona. Se ha dicho también que no hay ninguna orden para ir en campaña, y que el Ochali ha ordenado a las veinte galeras que ha enviado a Estambul que si encuentran (quien se mueva lo hundan ?) si no sigue la orden conforme a su voluntad, de manera que no haya causa de mayor revuelta, y (está todo) muy confuso (+/-). El 20 (de agosto) algunos genízaros borrachos en el baño de los cristianos del Ochali montaron un escándalo con los taberneros; y queriendo el guardián bajá (o Bassi ?) mantener la parte de los cristianos, lo amenzaron con quererlo matar; de entre los cristianos hirieron malamente a un genízaro, y el baño ha sido clausurado durante tres días porque temían que el Ochali no tomase ocasión de revuelta; la cosa se tranquilizó, no obstante, y queriendo saber el Ochali qué cristiano había herido al genízaro, hicieron jaleo diciendo: ‘Todos lo hemos herido’. Y, así, no se habló más de ello porque en verdad él los trata muy bien. Corsarios con presa de Ayamonte y avisos El 22 (de agosto) a mediodía llegaron aquí dos galeotas de corso, una de Amisa Rais (o Arraez), la otra de Hasán del Morabuto, los cuales han apresado cuarenta cristianos en Ayamonte; y se supo que en el « Faro » despalmaban dos galeras y que el duque de Medina pasaba con treinta galeras a la « Sarchia » para llevar a Fez embajador enviado por el rey Felipe; el cual rey de Fez se ha hecho tributario de ese rey Felipe, y le ha dado Larache; y esto porque dicho rey (de Fez ?) se había dolido de que causa molestias a sus tributarios contra los capítulos de la tregua, y que tiene justa causa para romperla, puesto que se dice que no ha sido hecha sino para sacar de Constantinopla al señor « Juan de Margliani ». A prima de la noche ha salido el capitán (« Arnaut Mamní » ?) para ir a buscar una fragata mallorquina de corso que ha sido descubierta entre aquí y Bugía, y se ha emboscado con la galeota de Morato Francés, su renegado. Fiesta con Ochali en casa de Ramadán Bajá. El 24 (de agosto) Ramadán Bajá convidó a Ochali con todos los beis y sanjacos a su alquería y estuvieron todo el día de fiesta. Hasán Bajá ha cumplido con Antonio Borlas por 2000 doblas; no le faltarán trabajos. Se ha sabido que, antes de que pasen pocos días, habrá nuevas revueltas porque los genízaros no están satisfechos y no esperan sino que se haya terminado de dar las pagas. Tiberio Imperato en Argel de nuevo El 25 (de agosto) poco después de atardecer, llegó aquí una barca francesa venida de Bicerta cargada de trigo del Bajá, y con ella ha venido Tiberio Imperato, que fue aquí el limosnero del reino de Nápoles, el cual había pasado a Túnez para hacer… rescates, pero visto que las galeotas habían venido acá se ha resuelto a venir aquí no como limosnero sino para ver a los amigos. El 26 (de agosto) el Ochali dio veinte aspros a los marineros de la armada, que no han sido más de trescientos, para que fuesen a hacer un descanso, y han ido por jefes suyos “limp.? Denti” y Hasán Rais Genovés, y han ido armados. Nombre de los beis, que no son más de veintisiete: 1 El Capitán Bajá 2 Ramadán Bajá 3 Hasán Bajá 4 Giaser Bajá (Giafer o Jaffer?) 5 Chiara Chilibi (Kara Celebi?) 6 Amato Chilibi (Amad Celebi o Ahmed Celebi?) 7 Regrese Bey (Regeppe Bei?) 8 Morato Bey 9 Graim de Cortoauli (?) 10 Agi Isufe (Hadj Yusuf?) 11 Mostato de Ziglio (Mustafa de Ziglio?) 12 Mamuz Bey (Mahmud Bei) 13 Isufe Bey, Calavrese [Calabrese, de Calabria] (Yusuf Bei Calabrés) 14 Mani Bey de Caragiali [debe ser Mami Bey o Mami Ra’is] 15 Marise Chiaia (?) 16 Asan Corso, Chiaia de Lochiali (Hasán Corso, Chaia del Ochali) 17 Manu Chiaia de Asan Bassa (Manu, Chaia de Hasán Bajá) 18 Solimam de Catarea 19 Carto Mam et Pamengo (?) 20 Asam Genovese (Hasán Genovés) 21 Capitan Pichiemti (?) 22 San Giachetar (?) 23 Cochiuche Asam (?) 24 Il figlio de Regrepe Bey (El hijo de Regeppe Bey?) 25 Borreschiglie (Borrasquilla) 26 Il figlio de Froco (El hijo de Froco?) 27 Il figlio de Permis Bey (El hijo de Permis Bei) Los capitanes son todos de fanal. No se siguió nada digno de referirse nasta el 27 de agosto. Los días finales de agosto en Argel El cual Ochali ha venido para estar aquí tres años, mientras dura la tregua, aunque se entiende que no durará sino lo que tarden en tomar Fez; y es rey de Argel y siempre que salga tiene potestad para dejar aquí a quien le venga bien, e incluso en toda la (“Basteria” o Berbería?). Con el presente de Fez solamente fueron cuatro hombres de Fez con uno de los embajadores, y el otro se volvió atrás cuando se embarcó con la galera de “Hasán” Bajá, quien le ha hecho de continuo grandísimas caricias (o atenciones), y se sabe que es el más rico hombre de Marruecos. El 28 (de agosto) desembarcó el Ochali y se alojó en la casa de la marina, y se hizo grandísima salva de artillería; y estaba acompañado por Hasán Bajá y Ramadán Bajá; y en la salva de la arcabucería fueron muertos tres turcos por soldados bisoños (o inhábiles o poco prácticos) y, así, se suspendió en el momento mejor. El cual Ochali hizo quemar por la costa todas las fragatas de corso, y no quiere que se vaya en corso; y ha dicho que quiere mandar llamar a Morato Bei. Se entiende que si toma el reino de Fez por las armas dejará a Hasán Bajá en Marruecos (Marraquech) y a Ramadá Bajá en Fez. Hasán Bajá está en el colmo de la Buena Fortuna, lo que parece una gran cosa habiéndose ido de aquí más procesado que nunca antes otro Bajá había estado; y se temía que el Turco lo iba a hacer morir, y a él le ordena y no al Ochali, el cual no puede estar una hora sin él, y navegando, muchas veces, con una fragatina enviaba a la galera de Hasán Bajá a tomar de su comida y sus sorbetes, diciendo que tenían mejor sabor que las demás. El cual Hasán Bajá ha ido tres veces a besar el pie del Turco, cosa no vista nunca de otros bajaes, porque con gran dificultad pueden ir una vez, y muchos no pueden ir; y le dio un caftán de tal manera que fue envidiado por todo Estambul. El Ochali, en los secaños de los Gelbes (“Gerbi”?), tomó una fragata con treinta hombres. El 20 (de agosto) Giafer Bajá envió un presente al Ochali: diez piezas de paños, dos saquitos de dinero, tres caballos y otras gentilezazs; y a la noche, cuando se lo llevaron, se lo devolvió todo; y se cree que es por querer más y que quiere tomarle todo lo que ha tomado (a los otros Caitos?). Se ha sabido que el Capitán Bajá quiere enviar dos galeras a Fez para saber si ese rey quiere enviar un presente, y que si lo envía no irá con ejército; no solo se piensa que es para sacarle dinero sino también para ir allá con el ejército, aunque se tiene por cierto que no va a ir antes de que venga respuesta de Estambul. Conflicto del autor con Hasán Veneciano Hasán Bajá me ha mandado llamar por Mami Chaia, y se quejó de mi este Hasán Bajá con decir que he rescatado dos de sus cristianos… cuando partí de aquí, y no es verdad, porque fueron rescatados por Andrea Becarello; y uno se llama Cipriano Andora y el otro Estefanino; y me ha amenazado con darme 2000 bastonazos y meterme a la cadena a bogar en el remo a cambio de ellos. El 21 (de agosto) las mujeres de Bendelli Alí, al que le cortó la cabeza Giafer Bajá, con muchas otras mujeres, fueron a la puerta de Giafer Bajá a pedir a gritos justicia; y sabido por el Ochali, lo mandó tomar y le amenzó mucho diciéndole que quiere saber cómo lo había matado, y que le venían ganas de hacerlo (emparedar o aplastar en mortero?); y que si había matado a Bendeli Alí, el genízaro Aga y el Califa, para tomarle su haber, que lo castigará muy bien ; y se volvió muy asustado a casa, y poco le faltó para que no le metiera en la cárcel; y que no debía tomar su ropa o haber sin que la registrara por escrito el Caito de los muertos. E hizo dar mil bastonazos al Odobassi (de aquellos « Rumelios »?) que le cortó la cabeza a Bendeli Alí, y después hizo encadenar al que se llama tal (en blanco); y venido el que le cortó la cabeza, tomará su parte el que se llama Deli Daimar. El 22 (de agosto) los genízaros estaban con gran jaleo y no reunieron Duano por miedo de que el Ochali no les hiciese alguna burla, y estaban con gran tumulto. El Ochali ha ordenado a « Giafer » Bajá que restituya los 15000 escudos y los 800 remos que le tomó cuando vino aquí. Otros conflictos en Argel Hasán Bajá hizo meter a la cadena en Bona a Sabam Veneciano, aquel que ya había sido su cómitre (« comito » o comisionado?), y cuando dicho Hasán fue a Estambul se fugó y permaneció aquí; y lo quería hacer colgar del cuello, pero el Sabam, con sus trapacerías (« trilegnarie »?) está más en su favor que nunca antes, y es cómitre (comisionado?) como antes, y el menor bajá incluso está a su « lico ? » con haberle hecho un regalo… : no solo dicho Sabam ha prometido a Hasán Bajá descubrirle algo que le hará embolsarse 30000 doblas, sino también ha acusado a los Arraeces que hicieron la presa del aceite que no han declarado toda la presa. Corsarios ingleses en Argel El 22 (de agosto) a mediodía llegaron aquí las dos naves inglesas que los días pasados salieron de aquí para ir en corso, y combatieron a dos naves, que le mataron unos quince hombres y les hicieron muchos, y no las pudieron tomar. Y después fueron a Mallorca, en donde ya habían sido avisados por una barca francesa; y habiendo enviado a hacer aguada, les apresaron 16 hombres, con lo que volvieron aquí con pérdida de 32 hombres y muchos heridos. Nada más llegar aquí, pidieron a Alí Bajá pólvora, municiones y vituallas, y se lo hizo dar a su gusto; y bravuconeaban que querían ir a tierra de cristianos. Esta es cosa que merece remediarse porque ellos van con algunas mercancías y al encontrarse con galeras de cristianos pasan por mercaderes, y bajo este nombre asesinan a todo el mundo, y de los turcos no tienen miedo porque mantienen el secreto. Llegada de Morato el Grande a Argel El 24 (de agosto) llegó aquí Morato Arraez el Grande con otros cuatro bajeles, los cuales tomaron a “Stave” Bertone con 200.000 escudos; y ya le habían dejado ir porque eraban cargados de sal, pero dos marineros dijeron a dicho Morato Arraez que si tenía a bien darles libertad que lo harían rico; y, así, se lo prometió y se la dio; ellos le mostraron donde estaban dichos dineros. Y se ha sabido que todavía han quedado 16 saquitos que se habrían perdido de seguro porque los dejaron en poder de la fortuna del mar; y estaban allí diez mercaderes, que en Larache se rescataron con 10.000 escudos, y han tomado a 150 hombres, y no han apresado a más porque no han querido, incluso la barca de Sebastián Doi catalán. FIN

Emilio Sola 27 febrero, 2012 27 febrero, 2012 Antonio de Sosa, ARGEL, cautivos, corsarios, Fez, mercaderes, Uchalí
banquetes cervantinos I

UN BANQUETE SERVIDO A DON QUIJOTE Y A SANCHO EN BARCELONA El caballero don Antonio Moreno alojó en su casa de Barcelona a don Quijote y a su escudero Sancho, dándoles de comer espléndidamente. Entre otros manjares, el generoso caballero hizo servir a la mesa dos exquisitas muestras de la gastronomía española del Siglo de Oro: albondiguillas y manjar blanco, y pudo comprobar lo repulido que el otrora tosco y grosero Sancho Panza se había vuelto en la mesa, merced a los provechosos consejos que su señor le había dado. En el Capítulo LXII de la Segunda Parte de la gran novela cervantina leemos: “Comieron aquel día con don Antonio algunos de sus amigos, honrando todos y tratando a don Quijote como a caballero andante, de lo cual, hueco y pomposo, no cabía en sí de contento. Los donaires de Sancho fueron tantos, que de su boca andaban como colgados todos los criados de casa y cuantos le oían. Estando a la mesa, dijo don Antonio a Sancho: – Acá tenemos noticia, buen Sancho, que sois tan amigos de manjar blanco y de albondiguillas, que si os sobran las guardáis en el seno para otro día. – No, señor, no es así –respondió Sancho-, porque tengo más de limpio que de goloso, y mi señor don Quijote, que está delante, sabe bien que con un puño de bellotas o de nueces nos solemos pasar entrambos ocho días (…) – Por cierto –dijo don Quijote- que la parsimonia y la limpieza con que Sancho come se puede escribir y grabar en láminas de bronce, para que quede en memoria eterna en los siglos venideros. Verdad es que cuando él tiene hambre parece algo tragón, porque come apriesa y masca a dos carrillos, pero la limpieza siempre la tiene en su punto, y en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso: tanto, que comía con tenedor las uvas, y aun los granos de granada”. Interesa saber en qué consistían exactamente las famosas albondiguillas y el manjar blanco, tan apreciados por Sancho, con los que don Antonio Moreno quiso obsequiar a sus invitados. Las albondiguillas, como la cazuela de berenjenas o la alboronía, era plato de origen morisco. Parece ser que la mención de este preparado junto con el exquisito manjar blanco en el fragmento que hemos reproducido, es una referencia a cierto pasaje del “Quijote de Avellaneda”. En todo caso, Cervantes nos habla a las claras de la consideración de bocado apetitoso de la que gozaban los esféricos bodoques de carne picada y huevo, pasados por harina, fritos en aceite, y finalmente guisados en salsa. Reproducimos para el curioso la receta de las albondiguillas fritas que nos ofrece el cocinero mayor de Palacio de Felipe III y luego de Felipe IV, Francisco Martínez Montiño, en su magna obra “Arte de cocina”: “Tomarás cuatro libras de pierna de ternera, las dos harás carbonilladas muy delgadas, y golpeadas con la vuelta del cuchillo, y mecharlas muy bien, y echarlas en adobo. Luego picarás las otras dos libras, y sazonarás como para albondiguillas con sus especias, huevos, y tocino, y harás albondiguillas enharinadas con harina, e iráslas poniendo sobre un tablero. Luego pondrás a asar las carbonilladas sobre las parrillas: y entre tanto que se asan freirás las albondiguillas, así enharinadas como están, en buena manteca de puerco, y luego freirás picatostes de pan blanco angostos: y de todo esto irás armando el plato con picatostes, y albondiguillas, y carbonadillas, entremetiendo uno con otro; y luego echarle por encima zumo de limón, o naranja, y adornar el plato con algunos higadillos fritos”. En cuanto al manjar blanco, diremos que no había en los días de Cervantes otro postre que gozara de mayor aprecio y general estima que esta especie de natillas, de supuesto origen francés, en el que se conjugan maravillosamente la suculencia de la gallina, la fécula de la harina de arroz y la dulzura de la leche azucarada. No por casualidad el manjar blanco fue el postre preferido de los gastrónomos de la época, y nos atreveríamos a aventurar que también de don Miguel de Cervantes. Variedades del manjar blanco eran las «tortas» rellenas del mismo. «¡Oh cuántas veces vi llevar y llevé tortas de manjar blanco!» -dice Guzmán de Alfarache-; así como otros postres de parecida confección, aunque más dulzones y menos interesantes a nuestro parecer que el manjar blanco, como por ejemplo el exquisito manjar imperial, en cuya elaboración no se utilizaba pechuga de gallina, pero si aparecían yemas de huevo y canela; o la cuajada real, plato igualmente de pomposo nombre, que no es sino el antecedente cercano de las natillas hechas con nata, leche y cuajo.

Pedro Plasencia Fernández 18 abril, 2017 18 abril, 2017
Banquetes cervantinos II

UN BANQUETE EN CASA DE MONIPODIO Concluida la jornada laboral, la flor y nata de la picaresca sevillana se reúne en el patio de la casa de Monipodio en pleno corazón del barrio marinero de Triana, muy cerca de donde se hallaba la fábrica de bizcochos, o mazamorra, que era el pan de los embarcados, porque al estar cocido dos veces aguantaba más tiempo sin echarse a perder. Allí cuentan y reparten los truhanes el producto de los hurtos cometidos esa mañana, y acto seguido se disponen a almorzar en franca camaradería, luego de sacar para el común una bota de cuero con hasta dos arrobas de vino de Guadalcanal: Lo leemos en la novela ejemplar cervantina Rinconete y Cortadillo: “Ida la vieja, se sentaron todos alrededor de la estera, y la Gananciosa tendió la sábana por manteles; y lo primero que sacó de la cesta fue un grande haz de rábanos y hasta dos docenas de naranjas y limones, y luego una cazuela grande llena de tajadas de bacallao frito. Manifestó luego medio queso de Flandes, y una olla de famosas aceitunas, y un plato de camarones, y gran cantidad de cangrejos, con su llamativo de alcaparrones ahogados en pimientos, y tres hogazas blanquísimas de Gandul. Serían los del almuerzo hasta catorce, y ninguno de ellos dejó de sacar su cuchillo de cachas amarillas, si no fue Rinconete, que sacó su media espada…” La relación de viandas que aparecen en el fragmento cervantino, a falta del pernil de tocino curado (el jamón), constituye un elenco de lo que fue la dieta andaluza, tan apreciada por Cervantes. No podían faltar las frutas, representadas aquí por los cítricos, que por cierto no se comían de postre, sino como entrantes al principio de la colación, porque despiertan el apetito; además de los rábanos y de las aceitunas, que se tomaban habitualmente con pan blanco candeal (en Sevilla, las famosas hogazas de Gandul o de Alcalá de Guadaira), los camarones a la plancha aliñados con lima, los cangrejos cocidos, y una ensalada que en esta ocasión está compuesta por alcaparrones y pimientos picantes (el ají traído de América, antecedente de los pimientos dulces llamados italianos, que solo empezaron a consumirse un siglo después, una vez que se aclimataron al terruño, aunque en todo caso antes que el tomate). De plato fuerte un pescado, que bien podían ser sábalos o albures del Guadalquivir fritos en aceite (antecedentes del pescaíto frito), o como aquí, en casa de Monipodio, el famoso bacalao, prácticamente el único pescado que se consumía en los lugares alejados de la costa, insustituible, junto con las lentejas, los viernes y otros días de abstinencia. No olvidemos el menú de la famosa venta del Capítulo II de la Primera Parte del Quijote: “… acertó a ser viernes aquel día, y no había en toda la venta sino unas raciones de un pescado que en Castilla llaman abadejo, y en Andalucía bacalao, y en otras partes curadillo, y en otras truchuela”. Como quiera que sea, en la Andalucía del Siglo de Oro apenas se comía carne. Y de postre, queso de Flandes, que no era propiamente queso, sino una torta hecha con almendras, azúcar, yemas de huevo y canela, de mucho consumo en Andalucía. Si bien en otras partes, aunque no de postre sino como plato principal, si era habitual el auténtico queso de oveja de La Mancha, o el famoso Tronchón de Teruel, el queso que el lacayo Tosillos llevó en las alforjas junto con las cartas dirigidas al virrey de Barcelona, y que, como quiera que había trasmitido su penetrante olor a los pliegos, el goloso de Sancho lamió estos con delectación.

Pedro Plasencia Fernández 19 abril, 2017 19 abril, 2017
Banquetes Cervantinos III. Un banquete que no fue

UN BANQUETE QUE NO FUE En el Capítulo XLVII de la Segunda Parte de la novela del “Ingenioso Hidalgo”, el bueno de Sancho, recién nombrado gobernador de la Ínsula Barataria, se dispone a regalarse en la mesa con un opíparo banquete, el cual le sirva para desquitarse de la ingesta de bellotas, tagarninas, peruétanos y otras rústicas viandas, que constituían los más de los días la dieta completa de los caballeros andantes y de sus pobres escuderos: “Cesó la música, sentose Sancho a la cabecera de la mesa, porque no había más que aquel asiento, y no otro servicio en toda ella. Púsose a su lado en pie un personaje, que después mostró ser médico, con una varilla de ballena en la mano. Levantaron una riquísima y blanco toalla con que estaban cubiertas las frutas y mucha diversidad de platos de diversos manjares. Uno que parecía estudiante echó la bendición y un paje puso un babador randado a Sancho; otro que hacía el oficio de maestresala llegó un plato de fruta delante, pero apenas hubo comido un bocado, cuando, el de la varilla tocando con ella en el plato, se le quitaron de delante con grandísima celeridad; pero el maestresala le llegó otro de otro manjar. Iba a probarlo Sancho, pero, antes que llegase a él ni le gustase, ya la varilla había tocado en él, y un paje alzándole con tanta destreza como el de la fruta. Visto lo cual por Sancho, quedó suspenso y, mirando a todos, preguntó si se había de comer aquella comida como juego de maesecoral. A lo cual respondió el de la vara: -No se ha de comer, señor gobernador, sino como es uso y costumbre en otras ínsulas donde hay gobernadores. Yo, señor, soy médico y estoy asalariado en esta ínsula para serlo de los gobernadores della, y miro por su salud mucho más que por la mía, estudiando de noche y de día y tanteando la complexión del gobernador, para acertar a curarle cuando cayere enfermo; y lo principal que hago es asistir a sus comidas y cenas, y a dejarle comer de lo que me parece que le conviene y a quitarle lo que imagino que le ha de hacer daño y ser nocivo al estómago; y así mandé quitar el plato de la fruta, por ser demasiadamente húmeda, y el plato del otro manjar también le mandé quitar, por ser demasiadamente caliente y tener muchas especies, que acrecientan la sed, y el que mucho bebe mata y consume el húmedo radical, donde consiste la vida. -Desa manera, aquel plato de perdices que están allí asadas y, a mi parecer, bien sazonadas no me harán algún daño. A lo que el médico respondió: -Ésas no comerá el señor gobernador en tanto que yo tuviere vida. -Pues ¿por qué? –dijo Sancho. Y el médico respondió: -Porque nuestro maestro Hipócrates, norte y luz de la medicina, en un aforismo suyo dice: ‘Omnis saturatio mala, perdicis autem pessima? Quiere decir: ‘Toda hartazga es mala, pero la de las perdices malísima’” Y así fueron apareciendo por la mesa, tocados por la varita del doctor Pedro Recio de Tirteafuera, e inmediatamente retirados otros exquisitos platos, como conejos guisados (por ser manjar peliagudo), ternera asada y en adobo, u ollas podridas, dejándole comer tan solo al señor gobernador unos cañutillos de suplicaciones (barquillos de oblea) y unas “tajadicas sutiles de carne de membrillo”, en lo que consistió todo el ágape, y que le hicieron añorar al buen Sancho la cebolla el pan y las uvas que por los campos manchegos solía comer en la compañía de su señor don Quijote. Archivos Adjuntos banquetes cervantinos III (15 kB)banquetes cervantinos III (15 kB)

Pedro Plasencia Fernández 25 octubre, 2017 25 octubre, 2017
Banquetes cervantinos III. Un banquete que no fue

Archivos Adjuntos banquetes cervantinos III (15 kB)

Pedro Plasencia Fernández 4 noviembre, 2017 4 noviembre, 2017
Banquetes cervantinos.- IV

LAS OLLAS DE LAS BODAS DE CAMACHO Sin lugar a dudas, ningún banquete cervantino es tan conocido como el de las célebres bodas de Camacho (“El Quijote” Parte II, Capítulo XX), cuyo plato principal consistió en una olla, ¡pero qué olla! Leamos: “Lo primero que se le ofreció a la vista de Sancho fue, espetado en un asador de un olmo entero, un entero novillo…, y seis ollas que alrededor de la hoguera estaban no se habían hecho en la común turquesa de las demás ollas, porque eran seis medias tinajas, que cada una cabría un rastro de carne: así embebían y encerraban en sí carneros enteros, sin echarse de ver, como si fueran palominos; las liebres ya sin pellejo y las gallinas sin pluma que estaban colgadas por los árboles para sepultarlas en las ollas no tenían número; los pájaros y caza de diversos géneros eran infinitos, colgados de los árboles para que el aire los enfriase (…) Todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba y de todo se aficionaba. Primero le cautivaron y rindieron el deseo de las ollas, de quien él tomara de bonísima gana un mediano puchero (…), y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de aquellos solícitos cocineros, y con corteses y hambrientas razones le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas. A lo que el cocinero respondió: —Hermano, este día no es de aquellos sobre quien tiene jurisdicción el hambre, merced al rico Camacho. Apeaos y mirad si hay por ahí un cucharón, y espumad una gallina o dos, y buen provecho os hagan. —No veo ninguno —respondió Sancho. —Esperad —dijo el cocinero—. ¡Pecador de mí, y qué melindroso y para poco debéis de ser! —Y diciendo esto asió de un caldero y, encajándole en una de las medias tinajas, sacó en él tres gallinas y dos gansos, y dijo a Sancho: —Comed, amigo, y desayunaos con esta espuma, en tanto que se llega la hora de yantar”. Sobre la vieja olla española podría escribirse un tratado de diez mil páginas, tantas son las letras vertidas en cantar las alabanzas del plato nacional por excelencia, así como los prolijos ingredientes de su propia factura: del arcipreste de Hita al Costumbrismo del XIX, pasando por la Novela Picaresca y los viajeros románticos. En realidad, la tan literaria olla hispana no deja de ser una variedad del guiso más antiguo del mundo, del que nos dice la Biblia que ya usaban los hebreos en sus días más remotos y del que se conocen cientos de versiones diferentes desde las estepas siberianas hasta los confines de África, y desde Egipto hasta el corazón de la frondosa selva americana. Consiste la olla universal, ni más ni menos, que en cocer en agua a fuego lento, dentro de un recipiente metálico o de barro suficientemente capaz en cuanto a volumen (la olla en su sentido de «continente», que en algunos lugares es el caldero), las carnes, legumbres y verduras disponibles en el terruño, aderezando el guiso con sal, con especias y, cuando ello es posible, con una aromática planta liliácea como la cebolla, el ajo o el puerro (mejor, desde luego, la cebolla, que, como leemos en La lozana andaluza, “la olla sin cebolla es boda sin tamborín”); conjunto de ingredientes que conforman la olla en su sentido de “contenido”. Nada más simple, y, si la combinación de ingredientes y el punto de la cocción son los apropiados, nada más exquisito. En El Quijote, como en toda la obra cervantina, encontramos referencias a dos tipos de ollas: la que el autor llama “olla” a secas, a la que cuadra perfectamente la definición que antecede, y la “olla podrida”, que es otro cantar. Ollas a secas fueron aquellas en la que consistió el diario sustento del hidalgo manchego: “una olla de algo más vaca que carnero (…) consumían las tres partes de su hacienda”, o las que Sancho tomaba para cenar: “los que servimos a labradores… a la noche cenamos olla”. Evidentemente, también eran ordinarias las ollas de enfermo, entre las que contamos la que despachan el licenciado Peralta y el alférez Campuzano en “El casamiento engañoso”, así como la mayor parte de las que el sufrido viajero podía encontrar con un poco de suerte en las ventas y posadas de los polvorientos caminos de España; verbi gratia, la olla que el huésped de la venta del Capítulo LIX de la Segunda parte del Quijote (que era venta y no castillo “porque don Quijote la llamó así, fuera del uso que tenía de llamar a todas las ventas castillos”) comparte con sus ilustres huéspedes, la cual estaba conformada sencillamente con dos uñas de vaca, garbanzos, cebollas y tocino, esto es, todo lo poco de lo que para uso de boca disponía el humilde ventero, pero que, tan bien conjuntado se hallaba en el vientre de aquella olla, que parecía estar diciendo a Sancho: «¡Cómeme! ¡Cómeme!»: “Llegóse pues la hora de cenar, trujo el huésped la olla (…). Quedóse Sancho con la olla con mero mixto imperio, sentóse en la cabecera de la mesa, y con él el ventero…” Por el contrario, la olla podrida, abuela del “pot-pourrí” francés y del suculento cocido madrileño, es una olla más rica. Así, el Diccionario de Autoridades, que define la olla ordinaria como “la comida o guisado que se hace dentro de la misma olla, compuesta de carne, tocino, garbanzos y otras cosas”, de la olla podrida dice que es “la que se compone de muchos materiales, como son carnero, vaca, pernil, pollos y otras aves y cosas que la hacen muy sustanciosa y regalada”. Reside, pues, la diferencia en una cuestión de grado y de sustancia. De esta precisa manera opera Sancho la académica distinción: “Lo que el maestresala puede hacer es traerme una de estas que llaman ollas podridas, que mientras más podridas son mejor huelen, y en ellas puede embaular y encerrar todo lo que él quisiere, como sea de comer, que yo se lo agradeceré y se lo pagaré algún día.” (Parte II, Cap. XLVII). Y más adelante en el mismo capítulo: “Aquel platonazo que está más adelante vahando me parece que es olla podrida, que, por la diversidad de cosas que en tales ollas podridas hay, no podrá dejar de topar con alguna que no sea de mi gusto y provecho”. En conclusión, las ollas de las bodas de Camacho eran ollas podridas, las más podridas de las que tengamos noticias, más ricas incluso que las de los rectores y los canónigos.

Pedro Plasencia Fernández 10 enero, 2018 10 enero, 2018
Barbaros Hayreddin Pasha, llamado Barbarroja, en el teatro español y latinoamericano como un instrumento de la propaganda

Archivos Adjuntos Barbarroja en el teatro español y latinoamericano como un instrumento de la propaganda (634 kB)

Huseyin Gungor Sahin 30 diciembre, 2014 31 diciembre, 2014 Barbarroja, literatura española, opinión, propaganda
Beckett y Burroughs o el nadar en el vacío existencial

Descripción / Resumen: Samuel Beckett (2012). Molloy,traducción de Pere Gimferrer. Madrid: Alianza Editorial. Tercera edición, sobre la primera edición de 1970 de editorial Lumen de Barcelona. Sobre la edición de Les Éditions de Minuit. París, 1951. De interés para nuestra cultura setentera o transicional, por lo tanto. De ahí la justificación de este ensayo poemático realizado con las propias palabras de Beckett/Gimferrer, en el marco de la búsqueda de Nadadores en el mar sin fin de la literatura. Y en el marco también de la sobriedad más zen y sufí de la dicha de enmudecer. Desde Shit, Shitba o Shitbaba a Bally, Ballyba o Ballybaba, Jacques Moran viaja en compañía de su hijo en busca de Molloy, por orden del jefe Yudi, transmitida por el mensajero Gaber. Una geografía mítica y nada sentimental. William Burroughs (2009). Queer, traducción de Mariano Casas. Barcelona: Editorial Anagrama. Segunda edición. Con una introducción de 1985 de W. Burroughs muy interesante sobre su proceso de escritura y edición. En esta novela corta, tan obsesa y maniática como Yonqui, se puede decir que continúa el viaje del autor y protagonista William Lee. Dice el autor: “En mi primera novela, Yonqui, el protagonista, Lee, da la impresión de ser equilibrado e independiente, seguro de si mismo y de lo que quiere hacer. En Marica es desequilibrado, urgentemente necesitado de contacto, totalmente inseguro de sí mismo y de sus objetivos”. Es una opinión personal sin demasiado alcance. El relato es un viaje desde México a Sudamérica tras la droga mitificada del yage o ayahuasca, que hará a Lee y a su amante ocasional Allerton adentrarse en la selva y llegar al Pacífico. Y allí, en tres ocasiones, aparecen nadadores. BECKETT Y BURROUGHS O EL NADAR EN EL VACÍO EXISTENCIAL

Emilio Sola 21 agosto, 2012 26 agosto, 2016 ensayo poemático, nadadores, nota de lectura, reseña
BERTRAND RUSSELL: Por qué no soy cristinano

BERTRAND RUSSELL: Por qué no soy cristinano. NOTA DE LECTURA DE UNA COLECCIÓN DE ENSAYOS DE HACE MEDIO SIGLO.   De BERTRAND RUSSELL, site Por qué no soy cristiano, cheap edic. o compilación de Paul Edwards, recipe traducción de Josefina Martínez Alinani, revisada por Javier Lacruz, Edhasa 2008 y Diario Público 2010.   La introducción del compilador Paul Edwards, que fecha en Nueva York en octubre de 1956, habla de un tiempo del que denuncia “Las tentativas de inyectar religión donde la Constitución lo prohíbe” y los intentos de “destruir el carácter laico de los Estados Unidos”. De plena actualidad aún. Y lo ilustra con un apéndice interesante: “Cómo se evitó que Bertrand Russell enseñase en la universidad de la ciudad de Nueva York”. Un episodio de 1940, en plena guerra mundial por lo tanto, que podía explicar el furor de un obispo y de un juez católico ante un Russell acusado por ellos de ateísmo e inmoralidad, furor belicista. Un buen ejercicio narrativo, con cartas muy expresivas de los protagonistas, artículos de prensa o fragmentos de sentencias judiciales, entre novela negra y literatura de avisos, una buena y precisa relación.   BERTRAND RUSSELL: Por qué no soy cristinano. NOTA DE LECTURA DE UNA COLECCIÓN DE ENSAYOS DE HACE MEDIO SIGLO.    

Emilio Sola 3 marzo, 2012 3 marzo, 2012 cristianismo, prueba de edición, Religiones, tolerancia
Viendo 101-110 de 191 documentos