HISTORIA 8, Latefa Mous-Meloua

HISTORIA 8, Latefa Mous-Meloua

Actualmente está viendo una revisión titulada "HISTORIA 8, Latefa Mous-Meloua", guardada en el 17 enero, 2012 a las 21:45 por Emilio Sola
Título
HISTORIA 8, Latefa Mous-Meloua
Contenido
  LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN ORAN ATRAVES DEL MANUSCRITO DE ABIRAS EL NASIRI Latefa Mous-Meloua     Introducción El siglo XVIII en la historia del Magreb, es el siglo de los grandes cambios de sistemas políticos, de contactos permanentes, de misiones efectuadas de un lado y de otro del Mediterráneo, de alianzas coyunturales de interés. Está caracterizado por la imposibilidad de separar lo político de lo religioso, particularmente en el conflicto hispano-otomano donde no podemos perder de vista  que la religión ha impregnado el pensamiento y el comportamiento del hombre del siglo XVIII, que sea otomano, español o europeo; es una realidad y un catalizador que aclara los acontecimientos y los conflictos políticos armados vividos en el Mediterráneo occidental. La colonización que aprovechó del acopio y la traducción de fuentes locales efectuadas primero por los militares y administradores franceses, y después a partir de la segunda mitad del siglo XIX, por historiadores y orientalistas, supuso la pérdida parcial o total de un pasado, de la memoria del pueblo del Mágreb, en particular de Argelia. Si pudiéramos un día reunir bastante material para componer la verdadera historia, focalizaríamos entonces nuestra investigación al nivel de los manuscritos. Langlois, CH., V. y Seignobos, CH. afirman que « La historia se hace con documentos », con la formulación de que « son restos dejados por el pensamiento humano y las necesidades del pasado ». Para nuestra investigación, nuestro fondo documental  relativo a la historia de la plaza de Orán y de su región durante el siglo XVIII, se presenta bajo forma de un manuscrito local escrito en lengua árabe por un autor argelino que se llama Abu Ras El Nasiri de Mascara (1737-1823) con título « Ajāib El Asfār Ua Latāif El Ajbār » « Viajes extraordinarios y noticias agradables ». Visto el período fecundo del autor que es el siglo XVIII, limitaremos nuestro estudio  sobre  la toma de  Orán  y de su  región  por  el  Bey  Muhamad  El  Kebir  Ibn  Utman[1] en 1792, a través este manuscrito de 169 folios, escanado tal como es en formato compresado de imagen JPG[2] 2  y presentado bajo forma numérica  (CD-ROM), confeccionado por  el cuidado de los Archivos Nacionales de la Biblioteca Nacional de Argel. Teniendo en cuenta la abundancia de los temas tratados por el autor, nuestros esfuerzos se orientaron ante todo, hacia los datos que tocan directamente  Orán y  la presencia española. El manuscrito es un verdadero « mosaico » de informaciones de todo tipo (geografía, política, religión, guerra, tribus, cultura, poesía, anecdotas…),  es al mismo tiempo una larga lista de las fuentes consultadas, leídas o manejadas por Abu Ras, un precioso índice sobre su capacidad y nivel cultural. Obra de Abu Ras La obra de Abu Ras es poco conocida. Se ha quedado mucho tiempo sin ser impresa ni editada. Algunas partes de la obra fueron estudiadas por ciertos historiadores argelinos, forma parte del patrimonio histórico de Argelia, particularmente del oranesado y Mascara. Escrita en una época de confrontación argelino-española, juntos antes de los primeros intentos de la ocupación francesa. Hemos intentado sacar del anonimato y del olvido esta fuente historiográfica local y hacer fructificar lo mejor posible las preciosas informaciones que contiene. Estableciendo así la problemática de rehabilitación del autor, justificamos el personaje de Abu Ras como historiador argelino del siglo XVIII, y de este hecho revelar bajo otro ángulo la historia de esta parte de Argelia es decir Orán y el Oranesado en este siglo. Nuestro corpus es un manuscrito repertoriado en los Archivos Nacionales, en la Biblioteca Nacional de Argel bajo el número 1632,  en lengua árabe del siglo XVIII copiado en caligrafía magrebí en 1827, de 169 folios, a partir de un personaje enigmático, de una plaza marítima importante, rodeada y tomada enteramente por militares españoles, tribus árabes musulmanas, algunas sometidas y otras no, en los alrededores, y perpetuos ataques de un Beylik. En la obra de Abu Ras encontramos una abundancia de temas. La liberación de la plaza de Orán en 1792 por el Bey Muhamad El-Kebir Ibn  Utman, y la expulsión de los españoles ha empujado Abu Ras a componer  un poema elogioso, de 118 versos titulado « Nafîsatu El Juman Fi Fathi thar-ri Uahran »;  « La perla preciosa relativa a la liberación de la plaza de Orán ». En nuestro caso, una investigación únicamente al nivel de los versos, nos hubiera conducido a pocas conclusiones en relación con la historia del Oranesado en el siglo XVIII. Afortunadamente, este poema fue transformado en prosa a fin de realzar de su valor, después de la pedida del Bey seducido e interesado por los versos del poema. La nueva forma del manuscrito cambió de título en « Ajāib El Asfār Ua Latāif El Ajbār » ; « Viajes extraordinarios y noticias agradables ».  Este nuevo corpus de 169 folios nos permitió elegir este tema para hacer una investigación sobre la historia de Orán y de sus alrededores en el siglo XVIII.             Abu Ras nos ha constreñido a una lectura múltiple, vacilante, liberada de la fascinación que ejerce un gran autor, repartida entre varios saberes y varios sentidos… leyendo este texto podemos mirar en estas direcciones. El manuscrito es un panorama histórico y geográfico, el escrito contiene de verdad, informaciones minuciosas y precisas en cuanto a la historia de los árabes, de las diferentes dinastías en el Magreb y sobre el origen de las tribus, el Magreb Central ocupando una parte importante. El estudio y análisis de esta obra es trabajo largo y extenso que hacer; nos hemos limitado sólo a presentar este escrito y su autor, darlo a conocer por ser obra de importancia, poniendo de relieve ciertos aspectos que hemos juzgado de interés por el valor histórico, demostrando de esta manera hasta qué punto la historiografía argelina es fuente necesaria para la historia del siglo XVIII. Pensamos que el estudio de la historiografía árabe, argelina, podría determinar a qué punto la historiografía extranjera, particularmente española, es eficaz. La exploración de las fuentes locales aportaría la averiguación y control de los escritos extranjeros en cuanto a la veracidad de los datos que nos suministran.

 

La reconquista de Orán por los españoles según Abu Ras

  Abu Ras escribe en el folio 85 del manuscrito …Los cristianos recuperaron Orán y Mazalquivir 24 años después, en 1732, 1144 de la Hégira abordando con una inmensa armada en las orillas de Marsa El-Haricha, al Oeste de Orán, cerca de Aïn El-Turk. Desembarcaron su caballería y su infantería, perfectamente armados. El Cheij Sidi Abd El-Kader Ibn Abdalah Al-Mecherfi[3], mi profesor  asistió a esta guerra ». Abu Ras añade, según me contó Sidi Abdelkader Al-Mecherfi : « …Durante esta conquista de Orán , los infieles abordaron nuestras orillas  con una gigantesca flota armada  y desembarcaron en el  Marsa El-Haricha[4] , al Oeste de Orán. Con su caballería y su infantería, bien equipadas de municiones y de material. Tenían un cuerpo de reserva perfectamente armado. El bey Mostafa ben Yusuf salió contra los invasores a la cabeza de casi  4000 hombres.  Pero no pudo luchar contra ellos y se retiró.  Los cristianos durante su desembarco en la playa de El-Haricha en 1732, 1144 de la Hégira, encontraron a los musulmanes agrupados y les expulsaron del abordo de las orillas con sus cañones. Los infieles, después de haber concentrado todo su ejército en las orillas, se dieron cuenta que la mayoría de sus municiones estaban en los buques. Entonces, en vez de formarse en líneas de combate y ofrecernos la batalla,  como lo hubiera hecho el verdadero soldado, anduvieron directamente hacia la ciudad con toda su infantería y su caballería, como una pesada almiar que tritura el grano en su movimiento rotatorio; su pólvora retumbaba como el fragor del trueno , sus balas caían sobre nosotros como la lluvia .   Cada uno de nosotros temía acercarse de ellos ; ninguno de nuestros  guerreros  se atrevía renovar un ataque que se quedó sin exito. Los Musulmanes huían delante de sus enémigos. Pocos fueron los que volvieron a sus familias. El bey Mostafa se precipitó este día a caballo, intentaba animar a sus tropas contra una  gran multitud de Cristianos, sostenidos todavía por los escuadrones de Beni Amer, traidores de sus hermanos . Los infieles no habían llegado todavía a la plaza que ya se hallaba desierta ; todos habían huido. »

 

Definición de la guerra según Abu Ras

  Abu Ras desarrolla la noción de la guerra santa a través varias definiciones de la guerra. Adelanta una imagen metafórica de la guerra que ha tomado de su profesor Al-Mecherfi que es la de la Almiar, expresión empleada por este último cuando habla del ejército de la reconquista de las dos plazas, Orán y Mazalquivir por las tropas españolas en  1732. Según Abu Ras, la guerra es una « almiar » cuyo peso es la paciencia, el eje es la astucia, la circunferencia los esfuerzos, la parada es la lentitud, el aparato del movimiento es la circunspección. Cada una de estas condiciones es fecunda en resultados :
  • la astucia da la  victoria
  • la paciencia asegura la firmeza
  • los esfuerzos procuran el concurso de las circunstancias favorables
  • la prudente lentitud lleva la  seguridad de las operaciones
  • en la circunspección, está el saludo
  Abu Ras opina que la guerra tiene éxitos y desgracias; escribe que es preferible acudir a la diplomacia. Hemos esquematizado la metáfora de la guerra en forma de dibujo de una almiar con todas sus características.  

 

 

« La Almiar: imagen  metafórica de la guerra » ,

según una sugestión del Cheij Al-Mecherfi  desarrollada por Abu Ras

  La liberación de Orán por el bey Muhamad El-Kébir A partir del folio 93  hasta el  165 Abu Ras habla de cómo el Bey  Muhamad  Ibn Utman ha liberado Orán. Abu Ras escribe: «…La segunda parte está consagrada a celebrar nuestra gran victoria, a alabar al príncipe al quien Dios ha acordado el favor de liberar Orán,  después de llevarle con tiento su acceso y facilitarle la profunda herida. los proyectos de la providencia eran de expulsar de esta plaza a los partidarios de la trinidad  y  los ídolos, y de traer al pueblo de la unidad  y  de  la fe , pues que  Las  premisas  a  la guerra  de  liberación  de  Orán por  el Bey Muhamad  Ibn Utman están desarrolladas desde que cogió la dirección del Magreb central, en 1779, el Bey formó el proyecto de combatir Orán y de cercarla estrechamente…”   “… Durante 12 años, dirigía contra esta plaza numerosas expediciones. La mayoría de los musulmanes de la región se incorporaron  a su ejército y  acamparon en Msulán[5] y en Miserguin,  cerca de Orán[6]. »  Abu Ras evoca como símbolo en su verso, uno de los Taleb que participaron en el sitio de Orán, el cheij[7] de los taleb sus contemporáneos, el cheij Ahmed Ibn Tabet. “…A la cabeza de un ejército de estudiantes, este cheij puso muchas veces el sitio delante de Orán cuyas tropas tenían entera confianza en su inteligencia y su fe. Tenía como discípulo y teniente Sidi Mansur el ciego, hombre de gran autoridad y profundamente versado en los principios de Alcorán...”[8] Abu Ras escribe «…La toma de Orán se sigue por los ataques del Bey contra las diferentes fortalezas con los cañones y los morteros[9]. La noticia del sitio de Orán se oyó en todo el mundo lo supimos en los parajes de la isla de Amduját[10], encontrando un navío que venía de Sfax[11] en el año 1791…».  Abu Ras a su vuelta de su peregrinación[12], comentó así esta noticia en Túnez, con los sabios como Sidi Ahmed Ibn Abdalah Esuidi, hombre de especulación y de práctica,  profesor de leyes divinas; Sidi Muhamad El-Mesiri cuyo saber teológico y literario hacían la gloria de esta ciudad, también con el cheij Abu El-Feid Mortada, quien le otorgó un diploma de enseñanza después de haberle enseñado los primeros principios de diferentes ciencias. Abu Ras escribe: « …En la provincia de Constantina, los campos y la capital eran entusiasmados por el Jihad, en Mascara, los ruidos de las detonaciones de las bombas y de los cañones parecían a un ruido sordo y prolongado de un terremoto… » El autor escribe que no se quedó mucho tiempo en Mascara, se fue a Orán para participar en el jihad[13] . Según escribe Abu Ras: «…Durante muchos meses la guerra se hacía con suertes diferentes, y los cristianos no podían más aguantar los ataques de los batallones musulmanes, imploraban a menudo la paz y obtuvieron « el aman » o la permisión de retirarse de las dos plazas. Distribuyeron regalos corruptores, reclamaron la intervención del  Dey  de  Argel,  Muhamad, este  último  muere,  y  le  sucedió  Hasán Pachá con quien prosiguieron las negociaciones.[14] » Abu Ras escribe que los españoles se comprometieron a pagar una excesiva contribución de guerra. El autor confirma el número de años de la segunda ocupación española: que son 63 años. Abu Ras escribe : «…En el primer tercio del mes de Muharam[15], la toma definitiva de la ciudad estremeció de felicidad el corazón de nuestro valiente y heroico príncipe. Aquel día era, para los musulmanes, un día de fiesta, de bendición y de fortuna, un día digno de quedarse en la memoria de los Hombres…[16] » Abu Ras lamentó el estado en el cual han dejado los españoles la ciudad de Orán antes de abandonarla el autor dice: «…con sus propias manos, los infieles, destruyeron sus casas. Los infieles abandonaron Orán arruinada. La liberación de Orán por el Bey y su hijo Utman ha consolado a los musulmanes por la pérdida de Al Andalus…[17]» En la  octava alabanza compuesta de 46 versos, también dirigida de nuevo al Bey, Abu Ras habla de la purificación de la tierra de los musulmanes contra la impureza de los infieles y la borradura de las blasfemias escritas por los cristianos . El autor habla de la consolidación eterna, de la unidad que se volvió patrimonio, de la excelencia para regentar este país, del origen del Bey[18]. Abu Ras escribe: « Después de la toma de Orán, las escuelas fueron reconstruidas donde se estudiaba el libro sagrado, las mezquitas fueron levantadas y las iglesias destruidas. Nuestra voz  que llama a la verdadera oración  mandó callar el sonido de las campanas,  substituyendo los emblemas del Cristianismo por los del Islam y arrojando los signos simbólicos y materiales del infiel. La ciudad crece con vigor y sus campos desparraman ricos perfumes»[19].   Los cuatro últimos versos relatan la fecha de entrada en Orán Abu Ras escribe ; « fue el lunes por la mañana, quinto día del mes de Rajeb el único del sexto año del siglo XIII, en 1792”[20] . Dada la idea de una imposible liberación de Orán por los Argelinos, además de ser una plaza perfectamente protegida por un cinturón de fortalezas y un armamento poderoso, Abu Ras, a su regreso de la peregrinación, informado, en Gelves,  de los ataques repetitivos y de un sitio permanente emprendido por el Bey Muhamad el Kebir y sus topas ayudados por los Taleb,  acogió este acontecimiento grandioso y milagroso con todas sus emociones religiosas. Esto influyó mucho al autor, escribió su obra con una parte de subjetividad en cuanto a los hechos históricos, y exageración en el uso de los adjetivos elogiosos al Bey, omitiendo citar algunos detalles históricos relativos a esta liberación.   Conclusión El siglo XVIII es un siglo rico en acontecimientos mayores, Abu Ras participa como historiador; se encontró en la cruzada de la antigua y de la nueva historiografía, intentó escribir una página de la historia sobre la plaza de Orán y de su región. Según escribió el historiador argelino Saadallah Abukasim, « la fuerte dominación de parte del espíritu religioso, en particular el del sufismo, y del poder otomano de aquella época han empobrecido el interés de la historiografía, lo que influyó fuertemente la manera de escribir de los historiadores del siglo XVIII[21]. En cuanto a la redacción del manuscrito, y particularmente la escritura de la historia relativa a Oran y su región, el caso de Abu Ras está defendible del hecho de que la supremacía del sufismo de una parte y el temor de los jefes a los cuales la historia les ha sido dirigida a ellos solos y a sus hazañas, no permitía al autor desarrollar más detalles de los acontecimientos importantes. En esta época, la ciencia y sus instituciones cesaron totalmente, por no decir que desaparecieron de la escena social, y las fuentes científicas se agotaron. Abu Ras denuncia particularmente la ausencia de historiadores, de literatos y genealogistas, y en un despertar de conciencia preocupada, utiliza una metáfora de la telaraña que teje las ataduras del olvido para  ilustrar este abandono cultural hacia finales del siglos XVIII.   Para los historiadores argelinos, la definición de la historiografía, se ha quedado confusa porque había materia de confusión entre la religión, la Tradición, la ciencia y la sociología. En relación con los historiadores anteriores, Abu Ras intentó cambiar parcialmente optando por una nueva escritura de la historia como lo anuncia en su preámbulo de su obra estudiada[22]; Abu Ras escribió una historia general, basándose mucho sobre la memoria que la inteligencia, tratando Al Andalus desde la llegada del Islam y el Magreb hasta la expulsión de los españoles en 1792 de Orán y Mazalquivir. El contexto de escritura estando limitado, la manera de escribir era regulada por la cultura y la geografía que se revelaba ser un factor importante para escribir sobre la liberación de Orán[23]. Una evaluación, a través de la obra estudiada, es que el personaje de Abu Ras sería un sinónimo de banco de datos de un pasado libre y de un vivido « paralizado » por el poder existente: el historiador vivía en un aislamiento impuesto por la política, la cultura y la geografía, lo que empujó al autor de escribir la historia de Orán y su liberación focalizada a través la imagen del Bey Muhamad El Kebir. Hemos llegado a la conclusión de que la obra de Abu Ras se revela como un verdadero banco de informaciones no ajustado en función de un sólo criterio, que es la llamada al Jihad “guerra santa” y la lucha contra los infieles, como lo subraya, traducido constantemente en el texto. La composición de este escrito, primero bajo forma de versos luego comentados y transformados en prosa a la petición del Bey Muhamad El Kebir, era para Abu Ras un pretexto para revelar su vocación de Hafid, y sus conocimientos históricos en el texto son matizados de cronologías y antiguas narraciones. Sin embargo, a medida de nuestro estudio del corpus en el tiempo y en el espacio descritos por el autor, hemos podido sacar algunas puntos que hemos tratado en nuestra análisis, y que merecen algunas preguntas. Para ilustrar a Abu Ras,  recordamos la frase de un antiguo personaje inhábil en el arte de escribir: «lo único que exigimos al historiador es el conocimiento exacto de los hechos que relata, honestidad en el discurso y el estilo… si puede»[24].   En perspectiva, recomendamos un estudio complementario de otro nivel, y basándose sobre una larga práctica de los textos, asociada a un estudio estilístico bastante preciso, y para decirlo con las palabras de Brahimi Denise « a fin de permitir  distinguir las partes muertas y las partes vivas, porque no se nos escapa que un investigador más vigilante podrá averiguar un día lo que hemos considerado muerto[25] ».  Proponiendo materiales nuevos, con esta modesta contribución, pensamos de una parte haber suministrado algunos elementos de trabajo a todo investigador hispanista u otro queriendo documentarse y referirse a la situación de Orán a lo largo de este siglo, y de otra parte haber suscitar un entusiasmo e inspirar a la universidad argelina, que sabrá recuperar sus fuentes locales y valorizarlas en vista de una mejor explotación científica y realización de una escritura histórica verdadera.

Este artículo es un extracto de la tésis de Magister “La ocupación española de Orán a traves del manuscrito de  Abu Ras En- Nasiri  El-Masacri, (Ajāib El Asfār Ua Latāif El Ajbār), Viajes extraordinarios y noticias agradables) », leida en junio2004. Para más amplias precisiones, el investigador podría encontrar elementos de respuesta para afinar sus investigaciones.

  Bibliografía  

[1] Abu Ras, Mohamed Ibn Ahmed Ibn Abdelkader En- Nasiri 

  a- «  عجائب الاسفار و لطائف الاخبار, (Ajāib El Asfār Ua Latāif El Ajbār), Viajes extraordinarios y noticias agradables) », Manuscrito en árabe de la Biblioteca Nacional de Argel,  N° 1632, 165 folios.   b-  « Fathu El Ilah Ua Minatuhu Fi El-Tahaduthi Bifdli Rabi Ua Ni-imatihi », Autobiografía del autor, establecido y anotado por Ibn Abdelkarim, Mohamed, ENAL, Argel, 1990, 185 páginas   [2] Belhamisi, Muley ,  “El cheij Abu Ras ua Intadjuhu Alfikri ua Al-Adabi », in Revue d’Etudes Historiques, pp. 246- 253.   [3]  Ben Sahnun, Ahmed Ben Muhamad Ben Ali Erachidi, « Al Toghr el Djumani  fi Ibtisam al – Toghr Al ouahrani », texto transcrito y anotado por Buabdeli, Hadj El-Mahdi, Ed. du Ministère des Affaires Religieuses, Alger, 1973, 477 páginas   [4] Brahimi, Denise, « Voyageurs français du XVIII è siècle en Barbarie », Atelier reproduction des thèses, Université Lille III, Librairie Honore Champion, 1976, p.12   [5] Fey Henri–Léon, « Histoire d’Oran avant, pendant et après la domination espagnole », (reedición),  Dar El-Gharb, 2002, 364 páginas   [6] Gorguos,  A.,  Bou  Ras, historien inédit de L’Afrique septentrionale », in R.A., 1861, pp. 114-124 y 220-222 y 376-385.   [7] Langlois, CH., V. y Seignobos, CH.,  « Introduction aux Etudes Historiques », Paris, 1898, p. 1   [8]  Saadallah, Abukasim : « Tarij Al-Djazair al-Takafi, desde el siglo X  hasta el siglo XIV  de  la  Hégira,  (XVI-XX) » , t.II, 2a Ed., SNED, Argel 1985, p.  332

[9] Temimi, Abdeljalil,  Le début de l'ottomanisation de la Régence de Tunis et son entité administrative et géo-politique 1569-1588 »,  in Lecture at Tokyo University of Foreign Studies, December 18, 1997.

   


[1] El Bey Muhamad El Kebir Ibn Utman, ordinariamente llamado por los argelinos Muhamad el Akhel (el negro), y por sus espléndidas cualidades y numerosas glorias, mereció el apodo de glorioso, El Kebir « el grande ». Era hijo del bey de la región de Titeri, llamado Otman el « curdo ».  
[2] El formato de imagen numérica JPG (Joint Picture Group), es un formato de compresión, relativamente, bastante mejor en el almacenamiento en grandes cantidades.  
[3] Abdelkader Ibn Abdalah Ibn Muhamad Ibn Ahmed Ibn Jelal Al-Mecherfi, murió en 1778, (1192 de la Hégira). Profesor de Abu Ras.  
[4] La playa de Aguadas, al Oeste de Orán  
[5] Msulán o El Kerma actual, ex-Valmy, a unos 15 kilometros de Orán  
[6] Idem Fol. 118. Ibn Sahnun en su libro « El Thoghr El Jumani fi ibtisam El Thoghr El Uahrani », describe esta étapa del sitio de la plaza de Orán, explicando que fue la tercera tentativa que se emprendió a partir de Ifri, entre Miserguin y Orán, en frente del castillo de San Fernando pp 274-277.  
[7] Término de respeto, que se aplica a los sabios , a los religiosos  
[8] Fol. 123
[9]Fol.  126  
[10]Amduját es el nombre de dos montañas en el Mediterráneo, Abu Ras escribe que están más cerca de Africa que de Sicilia y otras islas.
[11] Puerto en Túnez, en la costa del Norte del Golfo de Gabés.  
[12] Abu Ras en 1790, (1204 de la Hégira) fue a la peregrinación y para terminar su formación, se quedó ausente durante un año.  
[13] Fol.  132-133  
[14] Fol.  138. El nuevo Dey de Argel el 14 de agosto de 1791 confirmó el tratado de paz y amistad de 1786, con el emisario del rey Carlos IV en Argel, firmado en tiempo de Carlos III con el dey Muhamad exigiendo algunas condiciones.   
[15] Primer mes del año de la Hégira  
[16] Fol. 139
[17]Los españoles abandonaron Orán, demoliendo las fortificaciones, las minas y conductos subterráneos que comunicaban la plaza con los castillos construidos durante la segunda ocupación.  Fol. 139-140.
[18] Fol. 145-146.
[19] Fol. 160.
[20] Fol. 169.
[21]Saadallah, Abukasim : « Tarij Al-Djazair al-Takafi, desde el siglo X  hasta el siglo XIV  de  la  Hégira,  (XVI-XX) » , t.II, 2a Ed., SNED, Argel 1985, p.  332  
[22] Fol. 3.
[23] Saadallah, Abukasim , idem, p.333  
[24] Fey, Leon, Orán, 1858, p.VII de la introducción : « On ne doit exiger de l’historien que la connaissance exacte des faits qu’il retrace, de l’honnêteté dans le discours et du style … s’il peut »  
[25] Brahimi, Denise : « Voyageurs français du XVIII è siècle en Barbarie », Atelier reproduction des thèses, Université Lille III, Librairie Honore Champion, 1976, p.12  
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el 17 enero, 2012 a las 19:45 Emilio Sola