HISTORIA 16, María José Marín

HISTORIA 16, María José Marín

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LOS PIED NOIRS  ESPAÑOLES                                        

María José Marín Balsalobre

(con cinco fotografías)

 

 

El término Pied Noir se remonta a la colonización francesa y es debido al calzado, there unas botas negras, que llevaban los militares franceses .Posteriormente, se extendió y fijó como nombre para designar a todo aquel europeo( francés o no ) que residiera en Argelia. Entre los Pied Noirs podemos distinguir principalmente a  franceses, españoles , italianos y malteses.  La colonia española se concentraba sobre todo en la Región Oranesa aunque también existía un numeroso grupo  en Argel (1).  Aunque la presencia española en Argelia se remonta, como sabemos a 1509, no es hasta la ocupación francesa cuando se hace significativa la migración. Los españoles son requeridos como mano de obra alternativa a la nativa que rechazaba trabajar para los invasores. Es ésta pues, una migración económica cuya salida se realiza principalmente desde Almería, Murcia, Alicante y Baleares (2). Sin embargo, el carácter de la emigración de españoles en 1939 es eminentemente político. Desde el puerto de Alicante zarpan una serie de barcos ( Rowyn, Stanbrook, African Thrader) que transportan hasta  Argelia a los republicanos españoles que huyen de las tropas nacionalistas. Eliane Ortega Bernabeu, nacida en Orán en 1954, es descendiente de uno de estos exiliados. Se crió en el Barrio de la Gambetta, un barrio mixto de obreros donde su padre trabajaba en un taller de reparación de coches. Ella  cuenta como :

“mi abuelo, Gerardo Bernabeu, partió del Puerto de Alicante en el barco Rowyn en 1939. Era francmasón y además había participado durante la Guerra en una empresa de metalurgía socializada, I.M.S.A. En Orán no los dejaron desembarcar y tuvieron que ir hasta Argel, donde los metieron en el Campo de Concentración de Boghari. Después de unos meses de penurias, él y su hermano Liberto marcharon hacia Orán. Mi abuela con sus seis hijos no llegaron hasta 12 años después.”(3)

                                      Campo de concentración de Kenchala.

 

Tenemos también a David Fernández Martínez, nacido en Orán en el año ´51 y que residió en aquella ciudad hasta el año´63, momento en el cual marchó, junto con su familia, a Arzew, al trasladar a su padre por motivos profesionales. Él  habla de cómo:

      “Mi padre marchó de Cartagena en abril de 1939 con la flota con destino a Bizerta. Tras haber sufrido los campos de Concentración de Túnez fue deportado a Argelia donde fue internado en otros campos de concentración y fue liberado por los aliados en 1943. Marchó para Orán donde se instaló definitivamente. Luego en 1949 llegó de España mi madre con mi hermana. Posteriormente nací en Orán”.

 

El caso del padre de Alicia Vázquez, nacida en Orán en el año ‘45, es similar.

“mi padre, Alfonso Vázquez, era suboficial de la Marina. Los marinos llegaron a Bizerta cuando perdieron la Guerra Civil. Los barcos regresaron a España, se devolvieron, pero el grueso de la Marina se quedó. A los marinos los cogieron y los metieron en campos de concentración. De allí mi padre y un amigo, se escaparon dos veces. Caminaban de noche y descansaban de día, sobre todo en cementerios, dentro de las tumbas. Las dos veces los cogieron.  Luego, una familia italiana los acogió en Túnez y los intentaron traer a Orán. Pero como entró el Gobierno de Vichy, los volvieron a coger para llevarlo hasta otro campo de concentración para construir el Transahariano…ahí estuvo hasta la llegada de los americanos.”

 Alrededor de 8000 personas se añaden a la comunidad española  establecida allí, procedente de las migraciones del XIX y compuesta por más de 100.000 personas        ( sin contar los que se habían naturalizado franceses). A pesar de compartir un mismo origen, una misma nacionalidad, entre los dos grupos de emigrantes existen una serie de divergencias que se expresarán en un claro rechazo por parte del grupo de la migración económica a los exiliados políticos. Por supuesto, hubieron excepciones como es el caso de Marcelino Camacho, cuya mujer procedía de familia de emigrantes económicos.

  Entre los exiliados republicanos habían comunistas, anarquistas, demócratas moderados, etc. Pero los emigrantes del siglo XIX simplificaron la cuestión acuñándoles a todos el término “rojos”.  Incluso los examinaban para ver “si tenían o no rabo como Satán” (3).

                                   Manifestación del 1 de Mayo en Orán

Los motivos de esta aversión hay que atribuirlos a diversas causas, siendo difícil determinar cuál de ellas tiene más peso. El carácter conservador de los primeros emigrados, que procedían de regiones acostumbradas a ser legisladas por caciques, podría ser una de ellas.

Otras, de orden  psicológico-social, expresadas en la tendencia de ponerse de parte de los ganadores simplemente porque lo son y también en el hecho de que los españoles quisieran asimilarse a los franceses, a los colonizadores, y subir así de escalafón en la vida social de la Colonia. De esta manera, otro de los insultos que les propinaban era el de “sucios españoles” (4).

  El nivel cultural de los emigrantes del XIX  dejaba mucho que desear. Las tasas de analfabetización eran muy altas tanto por las regiones de las que provenían como por haberse dedicado a trabajar y no darle importancia a la educación. La única educación provenía del Estado francés  acentuando así la asimilación al menos en el terreno ideológico, ya que en sus costumbres los emigrantes continuaban siendo eminentemente españoles. ( 5).

                                                       Liceo en Orán

Alicia Vázquez tenía compañeras en el Liceo con apellidos como López y  Martinez.

“ mis compañeras no sabían español ni lo aprendían. Los franceses con nombres españoles no te decían que lo eran…se identificaron con el colono francés…”

Juan Córdoba trabajó para el Consulado español en Orán durante más de treinta años, desde el 54 hasta el 87. Pudo constatar de buena mano la pretensión de querer ser franceses.

“ era habitual que las personas que se habían nacionalizado franceses, a la hora de tramitarles cualquier cosa, insistieran una y otra vez en el hecho de que ya no eran españoles.

Me molestaba mucho. Algunas de ellas lo eran porque se habían casado con franceses. Y yo les decía : “pero tu que vas a ser francesa, si ni siquiera hablas francés…”

   A diferencia de éstos, entre los exiliados sí que se daba cierto nivel cultural y sobre todo, un mayor nivel de conciencia social. Además no tenían intención de adoptar la nacionalidad francesa, sino que pretendían volver a España.

Gerardo Bernabeu hijo, nació en España en el ´37 y no fue hasta el 48 cuando llegó a Orán. Estuvo viviendo allí hasta entrados los ´70. La decisión, tomada por sus padres, de mantener la nacionalidad española le trajo complicaciones.

“antes de tomar la nacionalidad francesa, la vida no era simple. Durante mi escolaridad padecía por ello. Como no-francés, no tuve derecho a ninguna ayuda. Después, cuando empecé a trabajar, necesitaba una autorización cada seis meses para poder trabajar. Si no, me podían tirar fuera del país. Esta es la razón que me hizo tomar la nacionalidad francesa.”

 Pero es que los exiliados creían que la Dictadura no iba a durar mucho. Además estaban agradecidos a la República, pues muchos de ellos habían recibido su educación gracias a los planes pedagógicos de Ésta. Es el caso de Alfonso Vázquez García que debía su formación en telecomunicaciones a la apertura pública de la Academia de San Fernando, en Cádiz, que antes sólo admitía a la jerarquía española. El exilio republicano tenía pues, un elevado nivel cultural comparado con el de las migraciones del XIX. Sin embargo la élite cultural del exilio, después de una corta estancia, marchó a Iberoamérica como es el caso del poeta Pedro Salinas (6) y el pintor Orlando Pelayo (7).

Pues bien, exceptuando a dicha élite, el resto quedó asentado en Argelia hasta la Independencia y algunos incluso después. Cuando comprendieron que la Dictadura franquista iba para rato y que no era cosa de “ el año que viene estamos en España”(8), establecieron sus comercios o readaptaron sus profesiones según convenía.

Formaron asociaciones como la de “Federico García Lorca” o la de “Miguel Hernández”, que más tarde se llamó “El Local” y participaron en la oposición al régimen siendo seguidos muy de cerca por la policía secreta franquista.

“cuando los exiliados pisaron Orán se organizaron en partidos para seguir la lucha en contra del régimen franquista, en aquel entonces predominaba el PCE”.

Debido a la ya mencionada conciencia política característica de los exiliados y al no participar de los intereses coloniales tan claramente como los Pied Noirs franceses ni de los intereses de descolonización de los argelinos magrebíes, este grupo tiene una posición privilegiada a la hora de esclarecer los  acontecimientos que rodearon la Independencia de Argelia.

 

                                             Asociación “EL LOCAL”

“El Pied Noir español no es colonizador, o al menos no se consideraban así el grupo de exiliados republicanos, sino que se consideran amigos del magrebie. La mayoría de ellos estaban de acuerdo en que Argelia fuera independiente.”(9)

Pues bien, uno de los temas que precisan de aclaración es el de si los colonos tuvieron o no que abandonar a la fuerza Argelia. Es conocido el lema adoptado por los Pied Noirs franceses  ” o maleta o ataúd”. Es decir, tenían que escoger entre marcharse o morir porque señalan que había una amenaza real a sus vidas. Recientemente se ha puesto en tela de juicio dicho lema en un artículo de una conocida revista (10), al hilo de unas entrevistas realizadas a algunos colonos que quedan en Argelia. La alternativa que se plantea es que los Pied Noirs franceses no querían aceptar el nuevo status de igualdad para con el magrebíe. Pero como la Historia ( y el sentido común ) nos enseña, las cosas no suelen ser o blancas o negras. Hay que tener en cuenta más datos. Los grandes propietarios dentro del grupo de los Pied Noirs ( en su mayoría franceses ) prepararon su vuelta a la Metrópoli en cuanto se empezó a vislumbrar que le concederían la Independencia a Argelia. Debemos situarnos en los años posteriores a la II Guerra Mundial, cuando ya se había celebrado la Conferencia de Brazzaville y  la ONU se mostraba  del lado de los independentistas. Muchos países africanos aprovecharon la coyuntura en Europa para librarse del régimen colonial. Alicia Vázquez recuerda como :

“el padre de una compañera mía del Liceo que pertenecía a la clase alta, tenía un palacete en el centro de la ciudad, se compró una finca en el sur de Francia, cerca de Burdeos. Este hombre se llevó a trabajadores argelinos e iba y venía todos los fines de semana para controlar la nueva propiedad.”

Asimismo Gerardo Bernabeu hijo nos cuenta que:

“un compañero mío de trabajo, de origen italiano, marchó de Argelia en el 60 y fue a Niza, donde encontró trabajo en una casa de mecanografía de un señor de Orán que, teniendo un negocio en Orán, hacía tiempo que había abierto otro similar en esa ciudad de la Costa Azul. Muchos habían tomado sus precauciones.”

Pero aunque los que ostentaban grandes fortunas tuvieran las espaldas cubiertas, no dudaron en movilizar a aquellos que no las tenían tanto. Además a mucha gente le pillaron por sorpresa los acontecimientos.

 “En cuanto al clima justo antes de la revolución, era de tranquilidad, nadie pensaba en los acontecimientos que iban a surgir posteriormente. Creo que nadie imaginaba lo que ocurrió posteriormente debido a que los acontecimientos aparecieron de forma aislada en el interior y aldeas muy aisladas. Era difícil imaginar lo ocurrido después, aunque muchos sabíamos que pronto o tarde el país reclamaría su independencia.(11 ) “  Así, los pequeños y medianos comerciantes y terratenientes, la clase media, fueron los que pasaron a engrosar las filas de la OAS. Esta organización hacia todo lo que estaba en su mano por conseguir adeptos.

                      Incendio en el puerto durante la Guerra de Independencia

Eliane lo recuerda:

“ tengo un primo, que entonces tenía 18 años, José Muñoz, que tuvo que marcharse a Francia porque no quería que  lo cogiera la OAS. A mi padre también intentaron enrolarlo, pero no sé como lo hizo que no pudieron”

Cuando se concedió la Independencia a Argelia, la clase media  sí que tuvo problemas económicos, ya que tuvieron que abandonar sus posesiones y empezar una nueva vida partiendo de cero. Además, después del reguero de sangre que había provocado la OAS                                             (500.000 argelinos-magrebíes muertos) no es de extrañar que tuvieran miedo a las represalias. Alicia Vázquez recuerda que la violencia cotidiana provenía de la OAS.

“A los que no querían colaborar con ellos, como fue el caso de un amigo miembro del P.C., les “plasticaban” la casa. Es decir, les ponían una bomba en la puerta de su casa. Y a los magrebíes no podían verlos en el centro urbano, los linchaban y asesinaban. Mis amigas magrebíes, las que iban conmigo al Liceo, tuvieron que dejar de ir.”

 Alicia y su marido se quedaron en Argelia hasta el año ´68 en que marcharon por motivos laborales. Su marido, Jose Luis, médico, tuvo entre sus pacientes a miembros del FLN, que le contaban como “el Frente actuaba violentamente sólo como respuesta a los ataques de la OAS, pero  nunca tomaban la iniciativa.”

Juan Córdoba  tuvo que quedarse por motivos laborales en Orán mientras vio marchar a la inmensa mayoría de españoles allí afincados ( entre ellos su familia ).

“en esos días mucha gente venía al Consulado en busca de protección. Llegaba un momento en que teníamos que cerrar las puertas porque no cabía nadie más. La mayoría marcharon. Desde el Consulado nos encargamos de su marcha. Recuerdo que un barco entero se llenó de españoles. Mis compañeros y yo los vimos marchar desde el Puerto. Al regresar al Barrio europeo, no quedaba casi nadie por las calles. Por las noches se oia ladrar a los perros que, con las prisas y el miedo, habían dejado abandonados. ”

Los Pied Noirs franceses en su regreso a la Metrópoli se adhirieron a los grupos de extrema derecha, en parte  por no quedar satisfechos con la actuación del Gobierno francés. Pero no sólo por haber concedido la independencia a Argelia.

 Justo después de la Independencia, el 5 de Junio de 1962, a Juan lo encañonaron unos “felegarh” cuando se dirigía a un restaurante situado a tan sólo 100m. de su casa.

“Tuve miedo de que me montaran en un camión y me llevaran para no volver como habían hecho ya con algunos amigos míos. Pero logré quitármelos de encima, me metí rápidamente en el restaurante (que aparentemente estaba cerrado ) donde se hallaban escondidos muchos europeos en silencio. Ese día murieron unos 3000 Pied Noirs a manos de los felegarh, aunque ni el gobierno francés ni el argelino lo terminan de admitir. A los franceses porque permitieron en cierto sentido la matanza al no proteger a su gente adecuadamente. Los militares franceses  no sacaron los tanques a la calle hasta las seis de la tarde, momento en el cual ya se habían efectuado todas estas  muertes. Y a los argelinos evidentemente porque también es mala prensa para ellos ensuciar su Independencia con muertes posteriores a la misma. El día anterior habían difundido un comunicado en el que apostaban por la conciliación entre argelinos de origen europeo y argelinos magrebíes. Solicitaban que se reunieran todos juntos en la Plaza del Centro. Obviamente los europeos no aparecieron.”

 Si el FLN ya había conseguido la Independencia, si ya había conseguido sus objetivos, ¿por qué dejaron que el revanchismo y la venganza camparan a sus anchas?

 “Los felegarh  y otros que no lo eran, -nos sigue contando Juan- penetraron en las casas de los Pied Noirs y las saquearon sin que el nuevo Gobierno lo impidiera. Esto no ocurrió así en otros lugares, como Marruecos, en el que el Rey prohibió expresamente tal saqueo.”

  No todo por supuesto fue negativo, ya que a los Pied Noirs se les permitió ( a los que eran dueños de fincas ) recoger su última cosecha en las fincas que ya habían sido abandonadas con anterioridad. Quizá si se hubiera pactado al comienzo de la Guerra la Independencia, en vez de obcecarse en la continuidad de la colonia francesa tal y como había sido hasta entonces, se hubieran evitado muchas muertes y sufrimiento humano.

 

 

Bibliografía:

                   -J.B. Vilar, “Los españoles en la Argelia francesa,1830-1914”.Madrid, 1989

                  -Alicia Alted, “La voz de los vencidos”, Santillana, 2005.

                  -Victoria Fernández Díaz, ”El exilio de los marinos republicanos”, Universidad de Valencia, 2009.  

 

Notas a pie página.

1)      J.B. Vilar, “Los españoles en la Argelia francesa”, 1830-1914. Madrid 1989.

2)      Ibidem.

3)      Alicia Alted, “La voz de los vencidos”, Santillana, 2005.

4)      Extraido de la entrevista a Alicia Vázquez.

5)      J.B. Vilar. Opus cit.

6)      Alicia Alted. Opus cit.

7)      Extraido de la entrevista a Alicia Vázquez.

8)      Ibidem.

9)      Extraido de la entrevista a Eliane Ortega.

10)   “Le Monde Diplomatique”

11)  Extraído de la entrevista a David Fernández Martínez.

 

Fotos cedidas por David Fernández Martínez y Eliane Ortega Bernabeu.